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Entrevista

José Manuel Cort Cañizares: "Unas Fallas independientes pueden decir "no plantamos" si no se las apoya"

Uno de los falleros más activos por el secesionismo asegura que la situación actual «es decimonónica»

José Manuel Cort Cañizares: "Unas Fallas independientes pueden decir "no plantamos" si no se las apoya"

José Manuel Cort se hizo «independentista» hace unos años, «cuando empecé a interesarme en leer el Reglamento, ver la realidad del día a día, los artículos que no se cumplen... y pensar que es una estructura decimonónica, que nos pusieron en el año 1941 y que hay que cambiar».

¿La independencia es consecuencia directa de situaciones de desencuentro? Con Alfonso Grau o con Félix Crespo ni se hablaba del tema. Con Real se planteó y con Lledó se barruntó.

Por mi parte, no. A mi me entró el «gusanillo» por convicción, no por crisis o bonanzas. Lo que es lamentable es que no se haya planteado antes. Pero la asamblea siempre ha sido, en ese sentido, muy poco activa. Aquí, si no te tocan la lengua o la bandera, parece que no reaccionas. Y a mi me gusta hablar, opinar y no tener que arrepentirme de no haberlo hecho antes.

¿Por qué quiere la independencia fallera?

Porque, al final, todo esto tiene mucho de cuestión política si el presidente es un concejal. Por serlo, es político y tiene que obedecer a su partido.

¿Tanta politización hay en las medidas que se toman?

No quiere decir que haya todos los días, claro está. Pero, por ejemplo, cuando se subió el IVA en la época de Francisco Lledó nos encontramos con que nuestro presidente estaba maniatado porque era una orden de su propio partido a nivel estatal.

¿Y entonces...?

El colectivo fallero tiene mucho poder. Unas Fallas independientes que ven que a los falleros no se les respeta, se toman decisiones en su contra, o lo que sea, están legitimadas para presionar. Las Fallas generan unos retornos enormes, que debemos poner en valor. Y si las leyes son contrarias a nosotros reiteradamente, estaríamos facultados para reunirnos y decir "pues este año no plantamos". La presión no sería ya nuestra, sino de los hosteleros y todos aquellos que viven también de las fallas.

¿No le dirán que eso sería un chantaje permanente?

No, porque es legítimo como cualquier otra huelga, que no es chantaje, sino una presión legítima. Y, desde luego, eso no se haría por cualquier cosa. Sólo se podría o debería hacer en circunstancias excepcionales.

La JCF depende del ayuntamiento y, a cambio, hay sede, servicios, subvenciones, permisos, manga ancha... ¿todo debería quedar igual o una Junta independiente debe asumir riesgos?

Cuando se celebra en Valencia la final de la Copa del Rey el ayuntamiento también da toda suerte de facilidades. Policía, espacios... porque sabe que tiene un retorno. Aquí es mucho mayor. Esperamos el Estudio de Impacto Económico. ¿No se hablaba, hace años, que generábamos 800 millones? Todo es negociable, pero para eso estaría el diálogo. La dotación económica no es para ganar dinero, pero si la lógica para sostener un gran evento, que las Fallas lo son.

¿La sociedad fallera es suficientemente madura como para afrontar un proceso así?

Si, porque son unas elecciones más. Tampoco estábamos preparados para elegir un Congreso o un Senado en 1975 y lo hicimos. Con la práctica se gana habilidad. Y los falleros ya elegimos cargos de responsabilidad: delegados de sector, presidentes de agrupación... hay lugares en los que ya pasa así. Se dice que "En Alicante están arrepentidos", pero yo hablo con ellos y dicen que no es así.

¿No se corre el riesgo de que los candidatos no sean más que representantes de los partidos?

Estoy seguro de que habrá candidatos "de izquierdas" y "de derechas". Pero las fallas tendrían la capacidad de censurarlo o destituirlo si no le gusta su gestión, cosa que ahora no se puede hacer. El presidente-concejal sabes que lo vas a tener cuatro años, salvo que desde fuera te lo cambien.

Un escenario que es muy fallero: un presidente al que se le espeta el «Te he elegido yo».

Pero por lo menos tendríamos esa posibilidad. Si lo hace bien, eso no pasará.

Cada vez se asoman más en el mapa fallero los partidos valencianistas que no tienen representación municipal. ¿Van a capitalizar esta corriente?

En función de quien gobierna se reciben los ataques políticos. Hace no mucho tiempo, las redes sociales ardían y está claro que las movía Compromís. Ahora, al cambiar las tornas, también esto cambia. Siempre tendrás de un lado y de otro. Yo, por lo menos yo, paso de los partidos y mi discurso es uniforme desde hace cinco años y no le debo nada a ninguno.

Si se produjera la «desconexión», lo indudable es que el ayuntamiento tendría mucho que decir en las decisiones: la JCF no puede organizar cuatro días de ofrenda o carpas desde el día 2 sin tener el visto bueno.

El puesto más a tener en cuenta, para el que se necesitará más preparación, es el de relaciones con el ayuntamiento. Fallas y Ayuntamiento nos necesitamos y ante esa necesidad hace falta ser dialogante para tener una relación muy fluida.

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