Raquel Alario Bernabé estaba, el 29 de enero de 2016, sentada en una cualquiera de las butacas del patio del Palau de la Música. No era mal sitio, aunque no estaba en las más cercanas. Pero pasó una noche especial a la salud de Alicia Moreno y sus doce falleras, aquellas Begoña, Almudena, Tamara, María, Iris y compañía que tan familiares hace poco tiempo.

Por allí también estaban las demás. Clara y María cerca entre sí, lo mismo que Teresa y Marta. Más separadas entre sí Beatriz, Patricia, Carmen Llopis, Carmen Engo, Rebeca, Raquel, Sara, y Paula. No se conocían entre sí más que alguna ocasionalmente o de vista. En noches como esa es imposible que no pase por la cabeza, aunque sea un momento, el pensamiento. «Anda que si yo estuviera ahí el próximo año...». Acabó el acto, se fueron a sus casas, a sus casales y la vida continuó. Quemaron sus fallas y anoche, el destino quiso volver a reunirlas, pero más cerca en esta ocasión, en «cadires» y mirando de frente al sitio en el que soñaron más o menos fugazmente, aquella noche.

La exaltación de la fallera mayor de Valencia acaba siendo un acto plácido. Porque está escrito para que no pase nada malo. Positivismo en clave fallera. Se trata de jugaron con los sentimientos y las emociones de quienes ocupar un cargo representativo que, se pongan como se pongan quienes no lo comparten, es altamente importante cuanto más y mejor contenido se le da, pero que tiene ese magnetismo que propicia que, según pasan los años, no pierde ni un ápice de su fuerza, que es enorme. Lo dicen las audiencias, lo dicen el interés que generan, lo dice el hecho de que, año tras año, muchas, cientos de jóvenes quieren estar ahí. Y así, pasan los años, pasan las épocas y los ciclos se cumplen. Las jóvenes que ayer fueron honradas eran, no hace mucho tiempo, niñas que lo vieron por televisión. Algunas, como Carmen Llopis, lo hicieron en primera fila en la exaltación infantil de su hermana en 2006, hace medio rato como quien dice. Otras han visto pasar a amigas cercanas y para otras fue una experiencia totalmente nueva.

El acto no cambia y más vale que no lo haga. Nadie lo pone en duda aunque la fórmula sea una copia año tras año. Los cambios que se intentaron en los años noventa no funcionaron y, desde que el acto se celebra en el Palau, prácticamente no sufre modificaciones en su esencia. Cambian las caras, pero no las sensaciones.

Y comenzó con el envoltorio artístico, que jugó con la clave de Unesco. Así, narrado por la voz de Paco Sivera, el ballet de Susana Renau recreó tres bailes que recordaban a otros tantos países que ya gozaban de la condición de patrimonio inmaterial. El tango argentino-uruguayo, las danzas chinas „realmente parecían más coreanas, con sus abanicos„ y las saudíes. Para acabar con una alegoría bien pensada al Tribunal de las Aguas, con las acequias y el dios Turia cobrando vida con sus habituales tonos verdosos.

Pero lo importante viene después. El desfile de las chicas, con una contenida emoción. Es una experiencia que no olvidarán en su vida. Entonces, Raquel se quedó sola. Por mucho que estuviera rodeada de personas en la antesala de su momento (Joan Ribó, el servicio de orden, guardaespaldas, cámaras, invitadas curiosas...). Pero el mundo se paró para ella mientras se escuchaba la fórmula protocolaria. Raquel suspiró, sonrió muchísimo, escuchó una voz que le dijo «¡A gozar!». Y gozó. El pasillo, la subida, la mirada a sus padres, las flores, la jooia y la banda, la que le dice, por si quedaba alguna duda, que la aventura continúa. Las flores, el discurso de Susana Gisbert, el himno cantado en directo y la pirotecnia.

Sentadas en sus trece tronos, fallera mayor y corte tenían enfrente las que repetirán el bucle de la historia. Las que ocuparán ese puesto dentro de doce meses. Pero para esa historia falta mucho tiempo. Ahora, el presente y el futuro es de ellas.

La infantil, hoy, por LevanteTV

Y estas mismas emociones se vivirán esta tarde en el mismo lugar. Es el turno de Clara María Parejo y la corte infantil. LevanteTV continúa con las transmisiones en directo. Jaime Brunchud y su equipo estarán, como anoche, narrando en directo los acontecimientos que les esperan a las trece niñas.