Lo que no consigan las fallas no lo hace ninguna otra faceta de la vida. No son enemigos irreconciliables, pero muy a menudo tienen discusiones agrias. Son el concejal de fiestas actual, Pere Fuset, y el pretérito, Félix Crespo. Siempre se están criticando uno a otro y viceversa. Por eso, una mano no muy inocente, la de José Ramón Devís, los ha incluido en su falla de Zapadores-Vicente Lleó interpretando a Madame Butterfly. Y ayer, durante la visita inaugural a la muestra, ambos hicieron una pausa en sus particulares divergencias y lo que las fallas ha unido, que no lo separe el momentazo. Ambos repitieron el gesto, en el que el titular de la concejalía tiene que cargar con el peso del de la oposición. Fue uno de esos momentos que sólo se pueden dar en momentos de distensión. Que es lo que brinda la Exposición del Ninot, que desde hoy queda abierta al público hasta los días 14 y 15 de marzo. Una cita que gana adeptos cada día y que con su traslado al Museo Príncipe Felipe brinda un espacio bastante cómodo, aunque habrá días, especialmente los fines de semana, que se vivirán verdaderos embotellamientos.

La muestra se visita por etapas: se empieza con los ninots grandes más modestos, se hace una pausa a mitad camino para ver los infantiles y se remata con los de la mitad alta de la tabla.

A partir de ahí, los que pagan pueden votar para el indulto. Ese que está teledirigido para Almirante Cadarso, Mercado Central, Pilar, l´Antiga, Linterna-Na Robella y poco más, aunque con el favoritismo máximo para la primera de ellas. Algo que pone enfermo a quienes piden para el Museo Fallero algo diferente a la tónica habitual. Pero que es la que impera.

Pero la muestra es mucho más: es un buen rato de contemplar personajes conocidos. Donald Trump, como se preveía, es la adquisición más rutilante. No ha conseguido la primacía, que por segundo año es para Pere Fuset „recibiendo algunas críticas también, que no todo es operístico„ y con la no menos habitual presencia de Mariano Rajoy. Rita Barberá sube al cielo en una figura y en otra se la ve medio escondida de forma más crítica. Y Mónica Oltra mantiene su protagonismo e Iglesias baja. Y además, infinidad de personajes conocidos, figuras con menos gracia, personajes muy discurridos y alternativas estéticas muy diferentes. Heterogeneidad en casi 800 figuras.

Se incidió nuevamente durante la inauguración en la importancia de apoyar al artista fallero, ese oficio amenazado de muerte. Pero lo hizo sobre todo el concejal, recordando que «teneis que reivindicaros y ser exigentes. La fiesta os lo debe». alabó el edil una muestra que es «la muestra de arte urbano más importante del mundo». El maestro mayor, José Ramón Espuig, no quiso mojarse y fue diplomático. En un día con muchos discursos leídos, la fallera mayor, Raquel Alario, volvió a acercarse al micrófono sin papeles, para recordar cómo «esperaba siempre estos días para acudir a la Exposición y descubrir lo que los artistas nos habían preparado este año». Aquello que el alcalde llamó «un festival de creación pública y un bien singular» y Francesc Colomer «una gestión del talento».