Hostelería y Fallas es un maridaje que nunca ha ligado especialmente. Tanto, que el colectivo fallero siempre ha reprochado a los primeros la nula colaboración con la fiesta no a escala vecinal, sino como entidad. El caso es que la reunión fue mucho más prometedora de lo que podía imaginarse. No primó el reproche, sino la intención de mirarse y tratar de acercar posturas. Por ejemplo, se abrió la posibilidad de que los hosteleros gestionaran las «gastronetas» (puestos de venta de comida ambulante), preguntando a sus socios quienes están interesados en su explotación para hacer una lista que la Interagrupación de Fallas podrá distribuir entre las comisiones falleras.

El presidente de la Interagrupación, al que acompañaron dos miembros importantes del equipo, como son Guillermo Serrano y Fernando Manjón, reconocía posteriormente que «incluso ese ofrecimiento no lo esperábamos. Lo mejor es que se han tendido puentes. Estamos condenados a entendernos y a llevarnos bien porque las Fallas nos benefician a todos». También el concejal Pere Fuset destacó esta medida (que lo normal sería, en todo caso que se aplicara a partir de 2018), porque «se fomenta así la cooperación entre cada falla y el tejido hostelero valenciano, especialmente el del propio barrio. Pensamos que es una fórmula muy acertada que hay que explotar», También indicó que algunas de las propuestas planteadas durante la reunión serán trasladadas a la Policía Local para que las pueda valorar.

«Salimos muy satisfechos de esta reunión donde hemos explicado la necesidad de encajar los intereses de todos los agentes involucrados en la celebración de las Fallas. Todas son piezas de un mismo puzzle que hay que encajar porque las Fallas son una oportunidad para todas y todos, y hace falta desterrar las inercias de rivalidad o enfrentamiento» aseguró Fuset.

Por último, durante el encuentro también se han recordado algunas cuestiones que en el pasado han podido generar polémica y que en el bando de Fallas quedan claras, como que las paradas de alimentación o bebida que instalan las fallas no pueden tener animación musical, o que los establecimientos hosteleros no pueden sacar barras a las calles, que sólo se permiten a las comisiones falleras para su consumo en las verbenas.