Que las Hogueras de Alicante y las Fallas de València son fiestas hermanas -por vecindad y por esencia- es algo sabido. Que incluso, a ojos profanos, podrían pasar por celebraciones gemelas, hasta sería comprensible.

Sin embargo, en esta edición, los monumentos valencianos acogen todo un clon de las fiestas alicantinas. Porque las fallas de Carcaixent, en la comarca de la Ribera Alta, cuentan con una figura que es el vivo retrato, un copia y pega en 3D, de un ninot que posiblemente fue el más admirado de las pasadas Hogueras de Alicante.

Se trata, en ambos casos, de un provecto yogui oriental que se muestra en pleno trance espiritual. Por compartir, hasta comparten mudra -esto es, la misma postura para meditar-, con las yemas del índice y pulgar unidas. Incluso ambos levitan. Pero la ingravidez acaba aquí, porque hay más semejanzas que siguen cayendo por su peso.

El yogui alicantino formó parte de «Neo Mística», el monumento de la Hoguera Sèneca-Autobusos, obra de los artistas José Gallego y Manuel Algarra, que obtuvo el primer galardón de la Categoría Especial. No fue el único premio: también tuvo a gala contemplar cómo dicho ninot lograba escapar de las llamas tras ser amnistiado por el Jurado.

El yogui carcaixentí, por su parte, es una de las piezas de la Falla Plaça Major, y se exhibe actualmente en la Exposición del Ninot, sita en el centro comercial Ribera del Xúquer de esta localidad, junto con el resto de propuestas de las demás comisiones falleras.

Las similitudes entre ambas figuras son muchas: desde su venerable barba a su rotundo turbante o los pliegues colgantes de la capa. Por compartir, hasta comparten complementos, como un brasero llameante o un monito que hace equilibrios sobre su cola.

No obstante, los colores son distintos, al igual que el bastón y un segundo mico que acompaña a la pieza de Sèneca-Autobusos.