La "sinfonía" de la pirotecnia Aitana, de Bèlgida, ha retumbado este jueves la plaza del Ayuntamiento de València en una mascletà en 360 grados y con más de 180 kilos de pólvora, un tercio solo para el atronador terremoto final, que ha demostrado que las Fallas son "fiesta, alegría y vida".

"Esto es como componer una música, es un sitio totalmente acorde para hacer una buena 'mascletà'", ha ilustrado la pirotécnica Isabel Benavent entre aplausos y vítores al subir al balcón del Ayuntamiento tras el disparo.

Ella ha sido la encargada de dar el relevo a Ana Tortosa, la chica de solo 19 años que ha disparado la decimosexta 'mascletà' de las Fallas 2017, ya con los más de 700 monumentos desplegados por todo el 'cap i casal'.

A pesar de su juventud, Benavent ha asegurado que "ya es toda una experta" en pirotecnia y que "lo lleva en la sangre". De hecho, ha dedicado el espectáculo a su abuela Pura, fallecida recientemente: "Lo tenía que disparar hoy".

Ambas son un reflejo de que en el mundo fallero "hay muchas mujeres pirotécnicas" y de que "hay que relevar porque hay gente apasionada, y decir: 'Si te gusta, hazlo'". "Te tiene que gustar el disparo, y nos gusta", ha manifestado.

Para demostrarlo, Isabel Benavent, que lleva más de 20 años en el sector, ha compuesto una "sinfonía" en la que ha jugado en 360 grados con disparos distribuidos en los cuatros laterales de la plaza, que han permitido que las miles de personas la disfrutaran desde todos los ángulos, y ha combinado digitalizaciones, ordenadores y "lo tradicional". En definitiva, "un conjunto para demostrar el arte que puedes tener".

"Cuando vienes a València, la ubicación lo requiere. Esto es una sinfonía: estudias el diseño para ver las distancias que tienes que cumplir y luego ves qué novedad puedes hacer", ha relatado.

A partir de esta partitura, la responsable de Aitana ha conseguido plasmar una 'mascletà' "muy colorida, con mucho color" en rojo y verde que ha gustado al público por la contundencia de los disparos.

"Aquí había alegría: hay fiesta, hay falla, hay vida. Queremos decir que estamos de fiesta, con seriedad por supuesto y con seguridad", ha reivindicado, para bromear si la gente no había "visto y oído" el potente terremoto final, que ha reservado un tercio de los más de 180 kilos de pólvora empleados.

Benavent se ha quedado "sin palabras" en el momento que ha arrancado el disparo: "Se te corta un poco la respiración, pero cuando te sale todo bien y ves que ha gustado respiras: Hasta aquí, el año que viene más".

Ruido como factor diferencial

La pirotecnia de Bèlgida ya es una firma clásica en el mundo fallero aunque su primera 'mascletà' fue hace solo cinco años, después que comenzara su andadura en 2007, aunque sus trabajadores vienen de otra empresa y algunos cuentan con décadas de trayectoria, como la propia Isabel Benavent. "Yo llevo ya unas cuentas, pero siempre me pondré nerviosa", ha reconocido emocionada.

La firma se constituyó un 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, la patrona de los pirotécnicos y nació de la unión de varios especialistas en el sector. Además de esta 'mascletà', Aitana disparó el castillo de fuegos artificiales del pasado miércoles 15 de marzo. En los dos espectáculos ha imprimido su sello basado en la combinación de un disparo tradicional mezclado con efectos digitales y el ruido como factor diferencial.

En el balcón del Ayuntamiento se han empapado de la potencia de la pirotecnia el alcalde Joan Ribó y varios concejales; las Belleas del Foc 2017 de las Hogueras de Alicante; el presidente de las Corts Valencianes, Enric Morera; el diputado socialista José Muñoz, y el valenciano Sacha Kruitof, un joven de 17 años de Orba (Valencia) campeón del mundo sub-17 en 'One Wall'.