El fallecimiento de Rita Barberá hace apenas unos meses ha supuesto también la práctica desaparición de la exalcaldesa de Valencia de la sátira fallera. Si pocos fueron los artistas que la incluyeron en sus bocetos, menos aún han sido los que la han mantenido después de su muerte. Levante-EMV, no obstante, ha localizado dos monumentos en los que «Rita» sigue teniendo un importante protagonismo, en un caso para criticar su gestión y en otro para denunciar la manera en la que terminó sus días.

La comisión que no ha podido evitar la crítica ha sido la de Pintor Stolz-Burgos, en pleno barrio de Nou Moles y a escasos cien metros del frustrado polideportivo que se iba a construir para el barrio. Precisamente esa obra es el eje de la falla. A un «ninot» de Rita Barberá con forma de araña y sujeto de una grúa forrada de telarañas, se le atribuye la paralización de la obra, cuya consecuencia es que los vecinos (el resto del montaje) tengan que improvisar formas de hacer ejercicio físico.

Sin patas por el temporal

Después del temporal de viento y agua la araña ha perdido todas las patas y, según los falleros, el artista no la ha reparado, lo que ha deslucido bastante el monumento y la imagen de la malograda exalcaldesa.

Del lado contrario está la comisión de Pintor Salvador Abril-Pedro III el Grande, que ha presentado un «ninot» de Rita Barberá para denunciar la manera en que sus correligionarios la dejaron caer después de perder la alcaldía y pasar por los juzgados.

Es la cara y la cruz de la sátira fallera, en este caso dirigida a uno de los personajes políticos más relevantes de los últimos años.

En muchos otros monumentos se ha retirado directamente cualquier alusión a la exalcaldesa y se ha suavizado la alusión a la misma. Ya sea por respeto o por pudor, el caso es que la figura de Rita Barberá ha desaparecido prácticamente de las fallas, el lugar donde tantas veces dejó su involuntaria impronta.