Jesús Barrachina, fallecido hoy en València a los 74 años, entró en Convento Jerusalén en 1980, aunque con anterioridad ya había pertenecido a la comisión que plantaba en la plaza del Ayuntamiento y a la de 'Los Colosos'. Luego, a finales de la década de los 80, Miguel Guillot le propuso como presidente de la falla y su nombramiento se aprobó por unanimidad.

Tras permanecer 26 años en el cargo, dejó la presidencia hace dos años debido a sus problemas de salud. Durante el cuarto de siglo que estuvo como máximo representante masculino de la comisión, siempre renovó por aclamación popular y, en aquella ocasión, cuando lo dejó, también lo hizo igual, porque su comisión "lo adoraba" y por eso le pidió que se marchase para cuidarse, según cuentan quienes lo conocían.

Durante el período en que Jesús Barrachina ostentó la presidencia de Convento Jerusalén, llevó a la falla a vivir siempre en primera línea, puesto que en esos años consiguió numerosos triunfos en la sección de Especial. En concreto, consiguió seis primeros premios de Sección Especial, cinco segundos y ocho terceros, a los que se suman dos primeros premios en Sección Especial Infantil.

Como profesional de la hostelería, Jesús Barrachina también consiguió grandes logros: atrajo a un sector importante de la hostelería valenciana al mundo fallero y, concretamente, a su comisión.

Hace dos años, cuando se planteó su renovación, los miembros de la Falla Convento Jerusalén le pidieron que se retirase para dedicarse a cuidar su salud. Santiago Ballester fue el encargado de tomarle el relevo, aunque Jesús Barrachina nunca dejó del todo el cargo, puesto que ostentaba el honor de ser presidente perpetuo de la comisión.