El alcalde de València, Joan Ribó, ha encendido una nueva caja de los truenos en el mundo de las fallas por su particular comparación artística entre la fiesta de València y la de las hogueras. En declaraciones a la Cadena Ser de Alicante, y al ser preguntado por una y otra manifestación artística, aseguró que «estoy viendo que el estilo que tienen las hogueras este año, que es el que tenían otros años, lo estamos copiando en València en muchas fallas. Es curioso, es un estilo, ¿cómo te diría yo? mucho más artístico. Las fallas tienen un estilo mucho más grotesco».

Una visión que fue más que suficiente para que se desatara la tormenta, tanto política como social. No hubo, en las horas siguientes, tregua para enumerar las críticas que se vertieron a ese discurso.

«Llamar grotescas a las fallas es insultar a todos los valencianos» dijo el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, quien le exigió que rectifique, a la vez que le reprochó que «no entiende de nuestras tradiciones. Con sus declaraciones sigue la estela del concejal Fuset».

En el Partido Popular salieron por todos los frentes. Lo hizo el concejal Alfonso Novo: «no es necesario que el alcalde, para alabar las Hogueras, diga que las fallas las copian y su estilo es más grotesco. Esto ya no es una simple tormenta en un vaso de agua, sino un desprecio intolerable hacia los falleros y los artistas falleros. Debe pedir disculpas». Subió el tono el presidente de la gestora en la ciudad, Luis Santamaría: «Ribó no puede seguir como alcalde de Valencia después de su desprecio hacia las Fallas» y se sumó el presidente provincial, Vicente Betoret. «No se puede entender que una fiesta que ha sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad sea motivo de chanza, crítica y escarnio por parte del alcalde de Valencia. Si el que tiene que ser el primer embajador de Valencia y de sus tradiciones no le tiembla la voz a la hora de criticar la fiesta grande, cómo ¿podemos esperar que defienda los intereses de los valencianos?».

«Enriquecimiento y pluralidad»

Poco después, el ayuntamiento salió a puntualizar las declaraciones. Lo hizo el concejal Pere Fuset diciendo que «las palabras más correctas son enriquecimiento mutuo y pluralidad de estilos en dos fiestas hermanas, artísticas y satíricas. Un matiz en las palabras que es importante. Fallas o Fogueres tienen estilos predominantes particulares y diferenciados, pero también cada vez más se enriquecen mutuamente con sus influencias». Y en una nota institucional se trataba de aclarar que las declaraciones «se enmarcan en una entrevista, en la que Joan Ribó remarca la profusión de sátira que emana en las fallas de València, y como en las Fogueres de Alicante también se ha visto más crítica este año que en anteriores. Así, cuando apela al sentido "grotesco" está haciendo una referencia a lo "satírico", que es la base de las fallas, porque las fallas tienen que ser críticas, y cada año hacen gala de la socarronería y la sátira».

Y es que la palabra «grotesco» se convirtió en la clave del discurso y en arma arrojadiza que incendió literalmente las redes sociales, donde hubo críticas abiertas a la afirmación y que tomaban como válido el debate entre obras con más o menos crítica.