El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Pere Fuset, ha anunciado su retirada de los debates en la asamblea de presidentes, la cual será presidida por delegación a partir de ahora por el vicepresidente primero, Javier Tejero.

La decisión se adopta como siguiente episodio tras la negativa de la Interagrupación de Fallas a sentarse con el alcalde de València, Joan Ribó, para hablar sobre los desencuentros surgidos en los últimos tiempos. Y supone, además, el inicio de un periodo precongresual de cara a poner a debate la relación entre la fiesta y el gobierno municipal.

Fuset ha dicho, en ese sentido, que durante su mandato se han negociado y consensuado más aspectos de la fiesta que nunca. Por lo que ante la situación de confrontación, ha afirmado: "dos no se pelean si uno no quiere. Este ayuntamiento quiere diálogo, no confrontación". "Las fallas me van a seguir teniendo al lado. No en medio", ha añadido.

A partir de este momento se abre un periodo que durará varios meses y que terminará con el debate, muchas veces hablado, de si las fallas pasan a desvincularse o no del ayuntamiento, con los pros y contras que esto supone.

La idea con la que el edil se hace a un lado es que "mientras haya un político presidiendo, dará la sensación de que hay politización. Sea en el gobierno, sea haciendo oposición".