Las declaraciones de Joan Ribó coinciden en el tiempo con otro frente abierto que ayer vivió un nuevo episodio: la presentación, por parte de la Interagrupación de Fallas, del escrito de protesta contra la encuesta fallera en la que presentan tres solicitudes: la comparecencia del alcalde en la asamblea de presidentes del martes «para que pueda dar las explicaciones sobre la motivación de la encuesta y someterse a las preguntas que los representantes de las fallas estimen conveniente». También la dimisión o cese de los promotores (se refieren al sociólogo Gil Manuel Hernández y, por extensión, si así fuera, a Pere Fuset) y la «invalidación de los formularios y la eliminación de la base de datos» porque algunas preguntas eran «inapropiadas».

La 1ª A y delegados se adhieren

La Federación de Primera A también se ha adherido También lo han hecho más de la mitad de los delegados de sector de la JCF.

Resulta complicado que estas reclamaciones sean atendidas, por tratarse de decisiones del ámbito municipal. Y ante esa más que posible negativa, el colectivo daría un paso más, consistente seguramente en una recogida de firmas para hacer fuerte su postura. Ésta puede ser bajando un peldaño en la estructura de la fiesta (las firmas de los presidentes de falla para tratar de apabullar con una cifra masiva) o bajar dos peldaños y tratar de obtener miles de firmas de falleros «de base». Todo dependerá de lo que suceda en la asamblea del martes y de la reacción del ayuntamiento o de si se tienden puentes para tratar de reconducir una relación que, ahora mismo, está rota.