Dentro de tres meses, la parte del mundo de las fallas que gusta de cuanto rodea a la fallera mayor de València y su corte de honor estarán pendientes de los primeros pasos de las, para entonces, recién elegidas. Por entonces, Raquel Alario, aunque no estará apartada completamente de la primera línea, estará empezando el proceso de readaptación a su nueva vida. O, lo que es lo mismo, a la que había tenido en los 23 años anteriores a convertirse en una figura pública de primer nivel en la ciudad.

Habrá dejado para entonces un reinado caracterizado por la normalidad, preparación, solvencia y la más absoluta de las tranquilidades. Posiblemente haya sido la autoridad en la fiesta más serena de todas las que protagonizan la actualidad. Más allá de cualquier otro rasgo, posiblemente el más importante de su reinado es lo que se ha escuchado de ella: "la podrías llevar a cualquier sitio, en cualquier circunstancia, con cualquier compañía, y sabes que no te fallaría".

Es el momento de hacer el balance gráfico de la fallera mayor del año del Patrimonio Inmaterial, la que pronunció dos "Cridas", la que hizo más viajes y la que puso en valor el papel de "embajadora" que podría dar mucho contenido al cargo representativo de la fiesta, sobre todo si hay materia prima para ello. Algo que, este caso, había de sobra.

La fallera mayor que, esta vez sí, un "primer premio" a su comisión, Fernando el Católico-Ángel Guimerà; la que venció la resistencia inicial de aquellos que criticaron su nombramiento y la que, vestida de paisano, nunca ha llevado más joyas que el par de pendientes.

A lo largo de las fotografías podemos recordar una buena parte de los momentos de su reinado. Tal como hicimos con el recorrido de la fallera mayor infantil, Levante-EMV también protagoniza algunas de sus vivencias: reviviremos con ella su viaje a Venecia para el Extra de Fallas y el que después hizo con la corte de honor al "Patrimonio Imperial" de Segovia y El Escorial. Están sus grandes apoyos: sus hermanas, o la corte de honor, con la que el equipo ha funcionado con precisión y dedicación extrema.

Dentro unos años, estas son las imágenes que recordarán a la Fallera Mayor del Patrimoni. Aunque en los meses que le quedan y a partir de ahora será una imagen que siempre tendrá un momento de visibilidad. Aunque quien reclamará ahora su atención será el mundo de la ingeniería.