A pesar de que, técnicamente, de momento sólo son aspirantes, y que la matemática dice que tan sólo una de cada seis conseguirá el objetivo final y el resto recibirán un agradecimiento por participar en el mejor de los casos, lo cierto es que la figura de "preseleccionada" goza ya de un cierto estatus en la fiesta. Participan en posados, en entrevistas y, este fin de semana, forman parte del cortejo de participantes en la Batalla de Flores.

La cena popular posterior a la "punxà de la flor" en la Ciudad del Artista Fallero se ha convertido en la primera aparición pública como conjunto. Con los primeros privilegios, como son los de ser invitadas y disponer de una zona de mesas propia. Aunque sabiendo, o teniendo que saber, que las que llevaron la representación de la fiesta son y siguen siendo las de 2017: Raquel Alario, Clara Parejo y las 26 falleras que las acompañan. Pero no menos cierto es que en la jornada del sábado (como les pasará a trece de ellas dentro de un año), una parte de la atención ya derivó hacia ellas. No en vano, en cuanto pase el mes de agosto empezarán su mes de pruebas, en las que se producirá la selección final.