El Museo Fallero de València sobrepasa en este mes de julio con 8.742 visitas el número de curiosos que acudieron al museo el pasado año. Una cifra que indica el gran incremento en comparación con las 4.052 visitas que recibió la exposición en julio de 2016. Un 116% más.

Un año de crecimiento para la entidad que se ha caracterizado por la gran afluencia de personas que han acudido a los tres museos de la Concejalía de Fiestas desde enero hasta julio de 2017. El total de visitas registradas hasta julio es de 71.345, un 81% más que en 2016.

El concejal de Cultura Festiva en el Ayuntamiento de València, Pere Fuset, ha destacado que para alcanzar estas cifras ha sido necesario un «trabajo intenso para dar a conocer el Museo Fallero, el Museo de la Semana Santa Marinera y el Museo del Corpus o Casa de las Rocas», explicó el concejal.

«La idea era incentivar las visitas tanto de los protagonistas de la fiesta como de nuestros jóvenes», indicó Fuset, quien apuesta por que los tres museos sigan recibiendo visitas de los 3.000 centros educativos públicos, concertados y privados valencianos.

El consistorio también incide en la importancia de que el público que acuda a los museos sea mucho más amplio como turistas que llegan a València, las comisiones falleras, las cofradías, hermandades y corporaciones de la Semana Santa Marinera.

Este año la cifra de visitas que recibe el Museo de las Rocas sube hasta los 5.871 visitantes, lo que supone un once por ciento más que en 2016. El total de visitas acumuladas hasta julio en 2017 es de 38.174, un 59% más que en 2016. Finalmente el museo de Semana Santa, que registra 8.663 visitantes hasta el mes de julio en 2017, un 86% más que en 2016. El mes de julio presenta cifras parejas al 2016, pasa de 684 a 654 visitas.

«Desde el Govern de la Nau hemos apostado por la dignificación de los museos para demostrar el gran patrimonio cultural festivo que tenemos en València», indicó Fuset. El concejal de Cultura festiva considera que este esfuerzo por promocionar y difundir las fiestas de esta ciudad «tiene una relación directa con la demanda del turismo y la ciudadanía», explicó Pere Fuset.