Si sale elegida para la corte de honor, Marta y su hermana Raquel batirán un récord de distancia entre dos hermanas en el privilegiado cargo adulto: 17 de diferencia entre el 2001 y el 2018 de una y otra. Una diferencia provocada porque Marta es la menor, con cierta diferencia, de tres chicas, y porque aspira al cargo con 29 años de edad. Eso sí, siempre en el Barrio de la Luz «que es de donde era mi padre». Ella era una niña cuando vivió la aventura de su hermana. «La corte de 2001 vino a verme, me mandaron mensajes y me sigue llamando la atención cómo, después de 17 años, siguen teniendo tanta relación y tan buena». Por algo eran las «pata negra». «Yo tenía entre 12 y 13 años y me enteré bastante». Raquel Sahuquillo también perteneció a la corte infantil de 1988, la de Sandra Leiva «y yo era la mascota de todas ellas, porque acababa de nacer». Si saliera elegida, la Cena de Cortes tendría un plus emocional porque son aquellas las organizadoras.

Estudió Magisterio, pero da clases de inglés en la Academia Leguas Vivas, tanto en sus dos sedes como en colegios con los que tienen relación. «Me fui a Bournemouth a pasar unos meses y acabé quedándome tres años. Guardo un fantástico recuerdo de aquello. Trabajé en un hotel y después en Zara. Estar con público me ayudó mucho y llegó el momento en el que ya acabé pensando en inglés, con el chip totalmente cambiado». Eso sí, nunca faltó en Fallas. «Sí o sí, la semana de fallas eran días de permiso. Y también vinieron amigos de allí a conocer la fiesta y regresaron encantados».

Volvió a casa, trabajó en una guardería, después se incorporó a la academia y pasaban los años. «Este año ya pensé que era mi año. Además, coincidía siendo mi primo hermano el presidente. Ser fallera mayor era una ilusión mía y sobre todo lo habría sido de mi padre». Se emociona pronto cuando le recuerda. «Nos metió el amor por las fallas y la lección de luchar por lo que sueñas».