Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lucía Villaba Morales (Quart-Turia)

Benjamina con ideas claras

Lucía Villalba, estudiante de fisioterapia y trabajadora los fines de semana, habría sido una de las falleras más mayores de la corte hace algunos años, pero en 2018 será la benjamina

Benjamina con ideas claras

«La edad es un número, aunque suene a tópico». Le toca a Lucía Villalba sostener ese argumento y lo hace gustosamente porque está «dentro». Y lo hará ostentando el cargo apócrifo de benjamina del grupo. Con los veinte años que tiene, si hubiese pertenecido a una corte hasta los años noventa aún habría sido de las más mayores. De las dos o tres más mayores. Es, como ha quedado claro, el fiel reflejo de una nueva época. «Al final esto depende de como han sido las edades de las falleras mayores. Si era de las más jóvenes entre todas las candidatas, que lo era, era inevitable que lo fuera entre las elegidas».

Y tiene su particular visión de las cosas: «Bueno, hay personas que tienen treinta años que tienen una mentalidad o una actitud más joven y otras que tienen veinte años y, como es mi caso, que son más maduras para su edad». Y cuando se le pide que lo demuestre, le sale rápidamente: «Tengo las ideas muy claras en cuanto a mi futuro. Sé lo que quiero de mi vida dentro de cinco años, sé lo que quiero de mi vida cuando entre en el mercado laboral... en casa me han dado una educación para gestionar mis cosas y mis tiempos». ¿Y qué es lo que quiere ser? «Me encantaría dedicarme a la investigación dentro del campo de la fisioterapia. Eso implica, entre otas cosas, hacer un doctorado».

De momento está en el tercer curso y compaginará nuevas experiencias falleras con nuevas experiencias profesionales. «Empiezan las prácticas en hospital, con pacientes «de verdad». Hasta ahora sólo he practicado con los compañeros. Poner vendajes y cosas así. Pero ahora es cuando empieza de verdad. Hasta ahora no había podido porque la Universidad es muy seria con esto y no puede poner a un paciente en manos de alguien que aún no tiene la preparación suficiente».

Días atrás, en el perfil de Meritxell Soler se decía que no llevaba joyas en las manos. Como Lucía. «Es verdad y no suelo llevar por lo que estoy estudiando. Es deformación profesional. En cuanto llegas a las prácticas te lo dicen: pulseras fuera, anillos fuera, relojes fuera... en la derecha no llevo nada porque para escribir me molesta. Como mucho, el reloj» Y algo más, que se le nota a simple vista: «tengo que llevar las uñas cortas. Si vas a hacerle algo en el cuello en en la espalda a alguien...»

Además de estudiar, Lucía ha dado pasos en el mercado laboral, incluyendo trabajar en una empresa de caterings para eventos. «Desde que tengo la edad permitida he buscado trabajo en periodo de vacaciones. En verano siempre he trabajado y este ultimo año también trabajo los fines de semana siempre que puedo». Satisfacción de hacer las cosas por sí misma. «Tengo guardada la primera nómina. Con ella me compré un ordenador portátil. Fue la primera cosa que me compré yo por mi misma, sin ayuda de mis padres. Y los siguientes sueldos ya han ido para los gastos de fallera mayor... y caprichos personales».

Llegar y besar... las torres

En el perfil del mes de julio ya contamos que era de reciente llegada a Quart-Turia, comisión a la que pertenecen sus hermanos mayores. Fue a echar una mano tras una diáspora de falleros. La nombraron fallera mayor en seguida y sigue subiendo peldaños. «Lo bueno de Quart-Turia es que somos una falla pequeña y que todo aquel que llegue es bueno. Me acogieron muy bien, aunque tampoco era tan desconocida porque mis hermanos son falleros de siempre. Y sigue haciendo falta gente». Su elección en la corte es la primera desde 1981. «Ha sido una alegría enorme. Tantos años sin tener y justo el año en que se va a celebrar el 75 aniversario. Doble emoción». Anteriormente había pertenecido a Manuel Simó-Jacinto Labaila «porque vivíamos en Patraix». Después se fue a vivir a Paterna «y estuve en l´Antiga de Campanar, que era de lo más cercano que tenía». Para acabar mirando hacia las torres de Quart, conforme te asomas a la derecha. Le esperan otras torres y mucho más.

Compartir el artículo

stats