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La mejor receta para el éxito

A Mireia Bazaga, farmacéutica en Paterna, se la sigue con pasión en Osset y protagoniza con Lola Palanca el único doblete en las elecciones para 2018, para alegría de la comisión de Doctor Olóriz

La mejor receta para el éxito

La corte de honor, más concretamente el grupo de trece, necesita un alimento básico para poder funcionar: la extroversión. Y si está bien medida, mejor. Mireia Bazaga fue la última en mostrar su perfil en las páginas de Levante-EMV, fue de las últimas en ser anunciada como corte de honor, es de las primeras fallas del censo, de las primeras en edad y se asienta en el centro que supone el equilibrio entre una vida consolidada y enfocada (un puesto de trabajo sólido, una vida independiente...) con una innata capacidad de expresar emociones. La fallera de Doctor Olóriz, de 31 años. La farmacéutica de las Casas Verdes. La hija de Osset por la que contuvieron la respiración en tierras de la baronía. «Me encantó porque se reunieron todos en el local social a ver la elección. Me hicieron una publicación en facebook diciendo que me estaban apoyando. Fue algo extraordinariamente emotivo». Ahora tendrá que echarlos de menos. «Me temo que ahora me costará más poder ir, pero tengo muchas ganas».

Con ella y con Lola Palanca, Doctor Olóriz vivió la tormenta perfecta de felicidad. «Estaba muy feliz por la elección de la nena. Te lo puede decir cualquiera de mis compañeras que rezaba por ella esperando escuchar su nombre. Y que cuando lo escuché me puse a llorar de felicidad. Estaba tan feliz por ella, porque hemos hecho una piña todo el año el cuadro de honor... y luego salí yo. Además, la once, el mismo puesto que ella. Y ha sido ya el sueño soñado. Parecía impensable y ahora que se ha hecho realidad... el casal se caía el sábado de la Fonteta».

Con la carrera de Farmacia y Ortopedia finiquitada hace tiempo, está plenamente integrada en el mercado laboral en la farmacia Martín Elorriaga de Paterna. ¿El encaje laboral con los nuevos compromisos? «En la Fonteta estaban tanto mi jefe como mis compañeros de trabajo. Me han apoyado desde el minuto uno. El lunes, el mi jefe estaba sin voz de lo que había gritado cuando escuchó mi nombre. Me recibieron con cava y me han dicho que arreglaremos lo que necesite. Sin problemas, los cambios de turno y lo que haga falta. Que si tengo que coger vacaciones o incluso una excedencia, que no me preocupe».

Bazaga de la Plaza del Negrito

Han sido días de no parar en la botica. «Todo el que entraba me felicitaba. Y si era gente que estaba de paso, si coincidía con una cliente habitual, entraban en la conversación: "¿Por qué te dan la enhorabuena?", "Es que la han elegido de la corte"... pero también estoy trabajando, ¿eh?».

Queda explicado que la familia Veintimilla procede de Osset, una pequeña aldea perteneciente a Andilla. Los Bazaga «proceden del País Vasco, pero todo lo que conozco de mi familia ya es de València. Los Bazaga son de la Plaza del Negrito». La parte materna bajó desde Osset y se asentaron en el barrio de Doctor Olóriz. Más que el llano, la depresión de Zaidía. «La casa de mis abuelos ya no existe, pero me contaban las cosas que habían sucedido en la riada, hasta donde había llegado, los papeles y cosas que se perdieron...».

Y por eso recaló en Doctor Olóriz. «Era la falla de mis amigas, la falla del barrio». Y de relaciones. Comparte fotos en la red social con las últimas cortesanas surgidas de la comisión: Carmen Seguí y Amparo Piera.

Quién le iba a decir que, con 31 años, ni siquiera sería la fallera más mayor del grupo. «Sabía que iba a ser fallera mayor algún día, porque era un sueño que iba a cumplir, pero no sabía cuando. Me llegó a la edad que me llegó y lo disfrute, que era lo importante. Esto que me ha llegado ahora es un añadido que me ha aportado muchísima felicidad. Si, tienes el miedo de si tienes demasiada edad, pero yo pienso que lo que más hay que valorar es tu situación personal, tu situación laboral, tu actitud, estar preparada para aceptar consejos y recomendaciones». Ahora, la décima Mireia (o Mireya) inicia un viaje que se hizo de rogar, pero que ha valido la pena como nunca.

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