La Interagrupación de Fallas celebrará esta noche una reunión en la que quedará clarificada su postura sobre el presidente y vicepresidente, Jesús Hernández Motes y Pedro Pons, tras la presencia de ambos en la contramanifestación ilegal del 9 d'Octubre que acabó derivando en pelea y que, de momento, se ha saldado con nueve contramanifestantes detenidos.

Durante los últimos días, las sensaciones y las conversaciones se han sucedido. Los presidentes de agrupación están ante un dilema: ratificar a los dos directivos, apelando a la amistad y a la necesidad de no quebrantar al colectivo, supone dar por buena su presencia en el evento ilegal, en el que la ultraderecha campó a sus anchas.

Forzar su destitución daría la sensación de ser un fenómeno acción-reacción no a dicha conducta, sino al ayuntamiento, del que hay un sector que piensa que es demasiado duro con ambos.

En el debate entre legalidad y fidelidad, durante estos días se han barajado todo tipo de posibilidades. Motes y Pons han recibido la defensa a ultranza por parte de miembros de la Interagrupación. No como colectivo, pero sí a título personal, los miembros del Casal Bernat i Baldoví son los que con más fuerza lo hacen. Por contra, también ha perdido a su secretario, Josep Ynat, que consideró inaceptable la presencia de ambos en la manifestación. Ningún otro directivo ha dimitido.

En el ayuntamiento ya han anunciado que ni Motes ni Pons pueden ser interlocutores, por lo que la Inter se enfrenta al dilema: aceptar esta premisa que han pronunciado tanto desde Compromís como desde el PSPV (y ayer asumida también por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig) y buscar otros interlocutores; solicitar un acercamiento (un «puente» más) o negarse y reforzar a ambos directivos hasta el punto de considerar que o los interlocutores son ellos o ninguno.

De los partidos de la oposición, Ciudadanos les apoyó explícitamente al no condenar su presencia en el acto ilegal y que fueron a la manifestación «como uno más», según Amparo Picó, mientras que el PP, a través de Félix Crespo, se limitó a decir que « no me considero quién para enjuiciar a nadie».

En la reunión también se prevén otros debates. Por ejemplo, el malestar suscitado por el hecho de que, en la reunión de presidentes celebrada en el casal de Gayano Lluch, Motes promoviera una votación entre los presidentes de falla asistentes, algo que ha habido presidentes de agrupación que consideraron atenta contra sus atribuciones.