La Junta Central Fallera ha apartado de forma cautelar a un delegado de sector de sus funciones en la delegación de festejos tras la queja presentada por las falleras de la corte de honor al considerar, según su versión, que, durante una de las sesiones del concurso de «play back», se habría dirigido a ellas con un lenguaje inadecuado, relacionado entre otras cosas con la forma de vestir y otros aspectos corporales.

El relato de los hechos cuenta que la queja se transmitió a través de uno de los vicepresidentes, pero que también fue comunicada por la propia fallera mayor. Según esa versión, se dirigió a dos de ellas con un lenguaje poco apropiado e hicieron saber que no preferían no coincidir con él en ningún otro acto.

El secretario general, Ramón Estellés, tomó declaración a F. S. M., quien negó los hechos y que, en todo caso, habría sido un comentario realizado a un compañero de la delegación. Se le hizo saber que no se pretendía sancionarle sino, simplemente, separar los caminos de uno y otras y tranquilizar el tema.

A la vez, se tomó declaración a las falleras, que se mantuvieron en los términos de la queja presentada. Lo hicieron tanto oralmente como por escrito. Aseguraron que no querían que se abriera ningun tipo de expediente o procedimiento sancionador sino, simplemente, evitar el contacto. A la JCF le consta que el delegado habría pedido disculpas a una de ellas por si se había molestado. El acuerdo de separarle de la delegación, pero pudiendo acudir a cualquier otro área del organismo fallero, contó con la aprobación del vicepresidente y el delegado de festejos.

La directiva estaba intentando llevar el tema con discreción, pero ayer trascendió y se tuvo que elaborar un comunicado en el que subrayaron que, tras los «posibles comentarios groseros y de tinte machista presuntamente vertidos por parte de un delegado de sector de JCF hacia componentes de la Corte de Honor de la Fallera Mayor de València, se optó unánimemente por tomar con inmediatez medidas cautelares , preservar la identidad de las personas afectadas por deseo expreso de ellas, y apartar al presunto autor de cualquier actividad pública de JCF con el objetivo de evitar que pueda mantener contacto alguno con las afectadas. Desde la prudencia y el respeto a los procedimientos discilplinarios del Reglamente Fallero vigente, desde la directiva consideramos imprescindible mantener una actitud vigilante de Tolerancia Cero ante cualquier actitud grosera, machista o homófoba en JCF».

El delegado, perteneciente al sector de Benicalap, preguntado por este diario, pidió esperar al lunes a consultar con su abogado, aunque en redes sociales cargó contra el concejal Pere Fuset (quien, curiosamente, no ha instruido el caso) y anunció que «quien me acusa de machista, grosero y abusador tendra que demostrarlo ante un juez».