La Agencia Española de Protección de Datos reprendió al Ayuntamiento de València por la encuesta fallera por no obtener por escrito el consentimiento de los encuestados para tratar las preguntas sobre ideología y religión. Hasta ahora se conocía la resolución, pero no los fundamentos, que entran dentro de lo que se preveía desde el primer momento. La resolución, tal como publicó Levante-EMV consistía en apenas unas medidas menores, a pesar de la catalogación de la infracción como «muy grave». En concreto, la consistía en declarar precisamente eso, que el ayuntamiento había cometido una infracción muy grave, notificar la resolución al propio ayuntamiento y comunicarla al Defensor de Pueblo. No llevaba aparejado ni multa económica alguna (el presidente de la Interagrupación llegó a clamar que la anunciada multa la pagaran los responsables de su bolsillo) y ni siquiera personaliza en nadie en especial.

En concreto, la directora de la agencia señala en su resolución lo ya expuesto meses atrás: que no se había solicitado dicho consentimiento por escrito. «El Ayuntamiento de València, como responsable del tratamiento, debió recoger en el contrato (con la empresa encuestadora) que previamente a la recogida de datos, el encargado del tratamiento facilitase la información que establece el artículo 5 de la Ley de Protección de Datos y obtuviese el consetimiento por escrito, tras indicar a los encuestados que sus datos personales se recogían para la verificación de las encuestas y que estaban ligados a las respuestas facilitadas, hasta el momento en que se finalizase la verificación, momento en el que se destruiría el fichero. (...) Independientemente de quien recabó y trató los datos, el responsable del tratamiento inconsentido de datos especialmente protegidos es el Ayuntamiento de València, ya que Invest trabajaba por cuenta y en nombre de dicho consistorio».

Debate de género en el pleno

Ayer, en el pleno de la Junta Central Fallera, el debate más interesante se produjo sobre la confección de los jurados del concurso de fallas. Hay tres propuestas (Interagrupación, delegados de sector y directiva de la JCF) que difieren en dos aspectos. Por una parte, en quien forma los jurados: la Interagrupación dice que lo haga el secretario de la JCF y las otras dos partes, que se mantenga el sorteo. Y sobre la composición de los mismos, la directiva sostiene un sistema para garantizar la mayor paridad entre hombres y mujeres, mientras que los delegados consideran que todos tienen las mismas opciones al entrar en el sorteo y la Inter que, al designarlo el secretario, puede establecer las paridades que quieran.

El presidente de la Agrupación Seu-Xerea, Miguel Guillot, mostró su rechazo a la garantía de que los jurados sean mixtos en que «lo peor que se puede hacer en la humanidad se marcar. ¿Alguien nos ha dicho si teníamos que sentarnos un hombre junto a una mujer en este pleno? Hacer un bombo de hombres y otro de mujeres es machista. Eso es lo más sectario del mundo. Y la suerte es que al curso para ser jurado se presenta quien quiere. Debe salir quien lo merece, sean hombres o mujeres. ¿Por qué no un jurado de tres hombres o de tres mujeres?».