Cuando acaba el disparo de la "mascletà" empieza la sesión de fotos. Todo el mundo, especialmente los que vienen por primera y, quizá, única vez, piden inmortalizarse con las falleras mayores y las cortes de honor. Y aunque, tradicionalmente, se le pone buena voluntad, el caos es enorme. "¡Por favor, todos para atrás!", en un espacio abigarrado y en el que ni siquiera la iluminación es buena.

Ayer, nada más acabar el disparo, empezó a llover. Y alguien decidió trasladar la sesión al Salón de Cristal. La consecuencia: que las fotos eran mucho mejores, más solemnes si se quiere y con menos apreturas. Si alguien tomara nota y mantuviera la costumbre sería una excelente idea.

Si el sábado acudieron falleras mayores infantiles de otros años, ayer lo fueron las adultas. No muchas en esta ocasión: María José Oliver (1990), Mónica Palmer (1992), Pilar Giménez (2010), Gueguel Massmanian (2005) y Raquel Alario (2017). si una briló especialmente fue Carla Muñoz (1991), que acudió vestida de valenciana. Carla reinaba en la ciudad cuando Rocío Gil vivía sus primeros días de vida y fue la primera (y hasta el momento, única), fallera mayor adulta que lució un "Siglo XVIII" en su exaltación. Fue, en muchos aspectos, una adelantada a su tiempo en materia de indumentaria tradicional y podría decirse que las pautas que ella marcó influyeron notablemente a que empezaran a aparecer estos modelos en los ajuares de las falleras.

No menos especial fue el regreso para Raquel Alario. Hace apenas unos meses era ella la que presidía estos disparos. Ahora, reincorporada a la vida "civil" y al mercado laboral, reverdeció recuerdos muy próximos. Mónica Palmer, por su parte, estrena este año su condición de "Barquera d'Or", la recompensa que le concedió la comisión de Barraca-Columbretes y que es la más antigua de las que conceden las fallas. Compartió el honor con el ex presidente de la JCF Pepe Boix.

Varias comisiones, siguiendo el turno, acudieron a disfrutar del "balcón-experience". Entre ellas, el Barrio de la Luz, que estuvieron con su fallera de la corte, Marta Sahuquillo. También estuvo la falla Telefónica. Desde el balcón se ve su demarcación. O, mejor dicho, donde se plantaba su falla hasta este año, en que deben desplazarla hasta casi la Estación del Norte.

Rocío y la corte mayor se marcharon al desfile de gaiates de la Magdalena.