La semana de concursos falleros ha empezado con una sorpresa monumental: después de décadas esperando, Cuba-Puerto Rico vuelve a ganar el premio de calles iluminadas. Los pioneros en este arte han superado a las grandes favoritas y se han impuesto por delante de Cuba-Literato Azorín, Sueca-Literato Azorín y Malvarrosa, por este orden.

Cuba-Puerto Rico ya había expresado días atrás su confianza en optar incluso a la victoria no por, obviamente, el despliegue de medios, sino por el hecho de atenerse escrupulosamente a las bases del concurso. La comisón se impone con el proyecto 'Olfactes' de Iluminaciones Ximenez, que ha plantado en el barrio de Russafa una serie de arcos protagonizados por elementos circulares en tonos morados y rojos, bajo el lema 'Fent Llum'.

Cuatro demarcaciones falleras, tres de ellas separadas por apenas unos metros y otra reclamando insistentemente su lugar, llevaron a cabo ayer un acontecimiento, a la hora de la verdad, poco «fallero», pero que es de un atractivo extraordinario. Las fallas siempre han iluminado sus calles, pero desde hace ya un par de décadas, algunas de ellas han convertido esos adornos y esos encendidos en un espectáculo de masas. Prácticamente ningún visitante dejará de pasar por esas calles y lo mismo harán aquellos vecinos, falleros o no, que cursan visita a lo más atractivo de la fiesta.

Además, es una actividad que retroalimenta a la otra. Los patrocinadores quieren ese extraordinario reclamo y con los beneficios se puede hacer una falla en la máxima categoría. Todas menos Malvarrosa, que ha hecho el camino inverso: se ha bajado del tren de la Especial para tomar impulso y los patrocinadores se han volcado en el mundo led. Quizá por eso, el concejal Pere Fuset, que acudió al primer encendido junto a la fallera mayor, la corte y la concejala Sandra Gómez, le dijo al presidente que «te espero en la Especial». Pero, ahora mismo, la comisión del Marítimo sabe a lo que tiene que jugar para dejar de ser cola de ratón entre los buenos.

Mientras tanto, el siempre esperado encendido de luces llegaba, por fin, ayer al barrio de Russafa y lo hacía en medio de una gran expectación. Este año Sueca literato Azorín regresaba con fuerza para tratar de arrebatar el primer premio a su vecina, Cuba-Literato Azorín. Y para conseguirlo apostaba por el producto nacional. Era la primera vez que una empresa española se encargaba de un espectáculo de encendido de luces en València y los andaluces de iluminaciones Ximénez cumplieron con creces. El suyo fue el primer encendido de estas fallas, a las 20.00 horas, y al unísono con otro en la otra punta de la ciudad, el de la Malva-rosa. Ante un público masivo empezaban explicando el motivo de la gran H de 2o metros de altura que preside este año sus luces: «Es la «H» de «Homenatge» y representa eso, un homenaje a todas las fallas que iluminan las calles en estos días». Tras los agradecimientos, en especial a los vecinos por su comprensión, empezaba el espectáculo. Las luces se iban iluminando al ritmo de los temas «Empire of Angels» y «Oscar theme» del joven compositor noruego Thomas Bergensen.

Una hora más tarde, a las 21 horas arrancaba la iluminación de la ganadora en 2017, Cuba-Literato Azorín, aunque antes había tiempo para ver el encendido, en este caso sin música, pero sí con fuegos artificiales, de Cuba-Puerto Rico. La defensora del título apostó por dos temas con ritmos diferentes , pero muy espectaculares, uno de la australiana Lisa Gerrard, llamado «Sacrificie». Y otro de pink Floyd; «On the run». El encendido contó con la presencia de la fallera mayor de València, y de su corte, así como de varios concejales. Y tuvo como curiosidad que la gente pitó al presidente de la falla, sobre todo, cuando agradeció la presencia y la labor de los políticos.

Tras este imprevisto, las luces se encendían y el público, que abarrotaba la calle desde una hora antes, disfrutó, grabó, tomó fotografías y se fue muy satisfecho. Muchos seguro que volverán otros días, con otra gente, pero el día de ver el estreno, como en las buenas películas, era ayer y era irrepetible.

Como queda dicho, Malvarrosa fue la primera en encender junto a Sueca. Y los rimeros de público que acudieron indican que, aunque con mucho esfuerzo, van a conseguir una labor titánica: obligar al público a desplazarse hasta una de las zonas más lejanas de la ciudad. Un éxito que tanto le ha costado cuando plantaba falla grade en Especial, cuando tenía calle adornada o cuando tenía, y tiene, una de las mejores fallas infantiles de la ciudad. Y verdaderamente vale la pena, porque la pelea por el primer premio va a ser absoluta y porque el montaje es espectacular (al que le falta, quizá, no tener problemas con la megafonía, como pasó en la inauguración). Mariano ha preparado una calle cerrada en la que las cúpulas han sido dedicadas a la iglesia de San Nicolás.