València se vistió ayer completamente de Fallas para vivir una jornada intensa de principio a fin y donde la presencia ya masiva de gente fue la gran protagonista. Ahí, en medio de la fiesta, la lluvia se ganó un lugar, pero fue un asomo intenso, pero corto, como toda buena «mascletà». Afortunadamente, más allá del ligero retraso en alguna «plantà» y del chaparrón que se llevaron muchas personas que habían salido de casa casi en mangas de camisa, no tuvo mayores consecuencias.

Para el domingo de hoy se espera de nuevo una gran afluencia. La gente ya puede empezar a ver monumentos bastante avanzados, y a ello hay que añadir la mascletà, la visita a las calles iluminadas u otros actos. Entre ellos destaca la tercera edición de la Cabalgata del Patrimonio, la cual, tras la declaración de las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2016 refuerza los vínculos de la ciudad con otras manifestaciones festivas y rituales del mundo que también tienen esa consideración. También destaca la tercera edición del homenaje al maestro dolçainer Joan Blasco, con una tabalà desde la plaza Doctor Collado (12 horas) hasta la plaza del Ayuntamiento. Además, la falla Linterna Na Robella celebra el concierto homenaje a la mujer trabajadora y Fallera, a las 12 h.