Un hombre de 41 años y vecino de Paterna ha muerto al estallar una caseta en la pirotecnia Ricardo Caballer, en Olocau, según han informado fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) y del Consorcio Provincial de Bomberos. El suceso ha ocurrido a las 9.42 horas en unas instalaciones ubicadas en la partida del Arenal, en Olocau.

El fallecido es un trabajador de la empresa con más de 15 años de experiencia en la manipulación de material pirotécnico y el accidente se ha producido en una caseta aislada, mientras la víctima mortal "prensaba artificios pirotécnicos", según fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana. El hombre estaba solo en el momento del siniestro.

Nada más recibir el aviso, se ha movilizado un SAMU, una ambulancia de Servicio Vital Básico (SVB), un médico de Atención Primaria y un helicóptero medicalizado, ya que se pensaba que la víctima podía estar viva. Sin embargo, a la llegada del SAMU, el equipo médico sólo ha podido confirmar el fallecimiento del hombre, sin hallar más heridos.

Minuto de silencio

Debido al accidente, el Ayuntamiento de València ha anunciado que queda suspendida la música de la megafonía en la mascletà de hoy y que, antes del disparo, se guardará un minuto de silencio. El grupo municipal de Ciudadanos transmitió al equipo de gobierno esta iniciativa, que se ha acordado en homenaje al trabajador. También habrá un crespón negro.

Cerca de las 12.30 horas ha llegado al lugar del accidente Vicente Caballer padre, quien, visiblemente afectado, ha aseverado sobre el fallecido: "Es una lamentable pérdida". Al salir, pasadas ya las 13.00 horas, ha aseverado que "hoy el mundo de la pirotecnia está más unido que nunca" y que se trata de una jornada "muy triste".

No es la primera vez que la pirotecnia de Ricardo Caballer en Olocau sufre una tragedia de esta magnitud. El 10 de enero de 2002, la explosión de otra caseta acabó con la vida de dos personas, entre ellas la cuñada del propietario. El accidente se produjo cuando la mujer, de 54 años y con 20 de experiencia en la manipulación de pólvora, cargaba una carcasa en uno de los tres compartimentos en los que estaba dividida la caseta. En la primera explosión, los dos compañeros que se encontraban junto a la mujer echaron a correr para intentar salvar la vida. Uno de ellos lo logró; el otro, de 47 años, no lo consiguió.

Más recientemente, a finales de agosto de 2016, ardió otra caseta de la pirotecnia aunque, en aquel momento, los bomberos pudieron controlar el fuego antes de que se extendiese al resto del recinto.