Joaquin Gisbert, presidente del Centro Valenciano de San Juan de Argentina, y Ernesto Mestre, actual secretario, visitan tierras valencianas, la de sus ancestros, con motivo de las fiestas falleras. Son los representantes de la colectividad valenciana más amplia del exterior. Las instalaciones del club de San Juan son envidiables, por su extensión, su cuidado y su rendimiento social. Se trata de uno de los centros sociales más importantes de la ciudad que más emigración valenciana, especialmente de La Marina, acogió en las olas emigratorias de los años veinte y cincuenta del pasado siglo.

Llegan a Valencia con un montón de proyectos debajo del brazo para celebrar el medio siglo de vida de constitución de la entidad. Viejos emigrantes y sus hijos decidieron constituirse en asociación cultural para establecer vínculos de unión a tantos miles de kilómetros de la tierra originaria. Y fundaron hace medio siglo el Centro Valenciano, que sigue vivo y con más vida que nunca. La falla es una de sus muchas actividades. Mari Mestre, hija del secretario, se empapa del ambiente fallero acompañando a la corte de honor en muchos actos€Es una deferencia especial, un justo privilegio que se dedica a la falla que mantiene las tradiciones valencianas a más de diez mil kilómetros de distancia. Mari nunca había estado en Valencia y la experiencia para ella es inolvidable: «todo es hermoso, nunca me podía imaginar que pudiera vivir una cosa tan bella, con tanta gente, con tanta alegría. Es un sueño que agradezco a mi familia y al pueblo valenciano», afirma la muchacha.

Joaquín Gisbert, es hijo de un emigrante de Tárbena, ex jugador de pilota, el mismo que estaba a punto de regresar a Buenos Aires cuando oyó hablar en valenciano en la estación de San Juan. Preguntó y le dijeron que, además, había un trinquete. Allí se asentó de manera definitiva hasta su fallecimiento hace diez años. Ernesto Mestre, es nieto de un emigrante de Xalò. De este pueblo era el promotor del trinquete de San Juan, que se servía de pelotas de vaqueta de segunda mano que se recogían en los trinquetes de Ondara y Benissa. Aquel trinquete desapareció con el terremoto de 1944 que arrasó la ciudad€San Juan tiene trinquete, el único fuera de las tierras valencianas gracias al impulso de este Centro Valenciano que hace un cuarto de siglo emprendió la aventura de construirlo. La ayuda valenciana colaboró de manera especial en hacerlo posible.

El Centro Valenciano cumple cincuenta años de vida. Durante 2019 se desarrollarán diversos actos conmemorativos que abarcan conferencias, exposiciones, convivencias y hermanamientos. Aprovechan su estancia en Valencia para cerrar algunos flecos en esta organización en la que esperan pueda caber cabida el Joc de Pilota como parte fundamental de la cultura y tradición que quieren conservar. También la lengua. Allí se ofrecen cursos de valenciano para sus socios. Se acercaron profesores sufragados por la Generalitat.

La crisis se llevó por delante algunas iniciativas. Ahora esperan recuperar ayudas: « no es lógico -nos dice el presidente- que tengan la misma subvención centros valencianos que apenas tienen socios y actividad y otros, como el de San Juan, que son ejemplares en cuanto a cantidad de socios y actividades culturas y recreativas.», reclama en lenguaje reivindicativo el presidente. En este sentido confían también en la ayuda que pueda ofrecer el Gobernador de San Juan, descendiente de la localidad de Sax y siempre sensibilizado con las actividades del centro que conserva y cuida de las raíces valencianas.