La devoción por la Mare de Dèu no acaba en los dos días de Ofrenda. Miles de personas se acercarán aún esta semana para fotografiarse y admirar el manto de la virgen, que este año reproduce el espolín de la fallera mayor, Rocío Gil. Grupos de familias, y de amigas, se hacían selfies ayer sin parar en una estampa que se repite año tras año.

Ni la bajada de temperaturas, ni la lluvia que empezó a caer a primera hora de la tarde, arredraron a los que ya tienen como tradición acercarse a la Plaça de la Verge. Un total de 105.648 personas de 386 comisiones han sido las que participado este año en la cita más multitudinaria de la fiesta, depositando 55.153 ramos y 188 canastillas de flores.

Una ofrenda, la de este año, en la que han vuelto los retrasos que habían desaparecido en las últimas ediciones. Algo que el concejal de Cultura Festiva Pere Fuset achacaba a una combinación de factores de atasco y de permisividad en la movilidad de los transeúntes

Según datos de la Policía Local, durante los dos días de Ofrenda han pasado por la plaza 27.888 falleros, 38.226 falleras, 12.851 falleros chicos,16.927 falleras chicas, y 9.756 músicos. En esta ocasión, además del secreto del motivo del manto de la Virgen, el «cadafal» escondía otro no menor: numerosas figuras de peces en homenaje a Gabriel, el pequeño asesinado en Almería.

La estructura que sostiene los ramos se mantendrá, como mínimo, hasta el próximo jueves día 22, aunque si las temperaturas se mantienen frescas como estos últimos días y no suben, incluso podría alargarse unos días más.