La quema de muñecos con algún tipo de mensaje no es exclusivo de las Fallas de València. Y menos en el caso del cambio estacional que supone la despedida del invierno. La ciudad suiza de Zurich ha despedido la época del frío y ha saludado el alargamiento de los días con la fiesta Sechseläuten, que incluye la quema del "Boeoegg", un muñeco de nieve cargado de fuegos artificiales en su cabeza.

Esta fiesta está relacionada con las costumbres medievales que, con la llegada de la primavera, anunciaban la duración de las jornadas a la que se le incorporó esta quema (oficialmente, desde 1902). El calendario fallero está mucho más cerca del cambio de estación, pero en la ciudad suiza lo trasladan al tercer lunes de abril.

Los festejos incluyen un desfile de gremios con trajes históricos a caballo y la quema del Boeoegg, que tiene lugar a las seis de la tarde (el histórico final de las jornadas de trabajo). Cuanto más rápido explota la cabeza del Boeoegg, más caluroso será el verano según las normas meteorológicas tradicionales. Un oráculo que, obviamente, no se cumple al cien por cien. La pira tiene muy diferentes duraciones, pudiendo pestar entre los siete minutos y los casi tres cuartos de hora el tiempo que se tarda en que las llamas, sin acelerante, alcancel el "remate" y explote.

Las quemas de figuras suele coincidir en los ritos del fuego con los cambios de estación, con el cambio de año, en conmemoración de un acontecimiento, como fiesta organizada alrededor del fuego o como reproducción directa de las Fallas de València.