La quinta jornada de preselecciones tiene por méritos propios una protagonista: Arantxa Muñoz Giner. Se vive un tiempo en el que las candidatas han pasado a pertenecer a otro grupo de edad superior al que era tradicional. De las casi adolescentes se fue pasando paulatinamente a convertir en normal que la media supere los 25 años de, ascendiendo aún más con el paso del tiempo. Prueba de ello es que, por ejemplo, ahora mismo hay en la corte de Rocío Gil tres falleras que superan los 30 años, circunstancias que se han instalado con la más absoluta de las normalidades.

Hace dos años, Arantxa Muñoz Giner batió un récord al alcanzar la final de la Fonteta con 36 años. Pero es que, en la noche del sábado, su nombre volvió a sonar y, con 38 años, volverá a vivir las mismas experiencias, repesentanto a s comisión de Leones-Poeta Mas y Ros.

No se trata de una desconocida en la fiesta, puesto que tanto ella como su hermana son muy conocidas por haber sido las responsables de la tienda de indumentaria Somnis Valencians. Además, Arantxa se ha presentado a la preselección tras haber sido fallera mayor de Leones, en este caso por tercera vez.

Y la curiosidad fue doble con el caso de Alicia Sáez Cutanda, quien llega a la final también por segunda vez, también repitiendo dos años después. Y con la particularidad de que, trabajando en medios de comunicación, estos días estaba haciendo entrevistas a las preseleccionadas, de las que ella misma pasará a formar parte ahora.

Otra curiosidad: regresos. Marina Civera (Algirós) optará después de haber pertenecido a la corte infantil de 2006 (y su hermana Paula mayor en 2011), mientras que Elena Rivero, de Rascanya, tratará de seguir el ejemplo de su hermana Sara, de la corte de 2015.

Son los suyos casos singulares que añadir a las numerosas falleras que han alcanzado el puesto en la final en una noche con cuatro preselecciones, dos en los pabellones y dos en "exteriores".