Dos nuevos ninots indultados pasan a formar parte del Museo Fallero. La entrega de las obras de Manuel Algarra y Sergio Gómez para Almirante Cadarso-Conde Altea (grande) y Barrio Beteró (infantil) aumenta la oferta pública en un espacio que, sin embargo, está saturado por falta de espacio hace tiempo y al que sólo ocupar completamente el edificio de Monteolivete (previa salida de las oficinas de la Junta Central Fallera) puede permitir convertirse en «otra cosa» que no una colección de figuras que, de todos modos, reciben un elevado número de visitas al año.

El ayuntamiento incorporará, a partir de septiembre, nuevas mejoras en el escaso espacio disponible. Así, los ninots van a pasar a tener una «escenografía», consistente en incorporar unas lonas que servirán, por ejemplo, para enmarcar la figura dentro de la falla en la que se plantó. «Es que vienen muchos turistas y piensan que lo que están viendo es una falla, no una parte de la misma» aseguraba el director del museo, Gil Manuel Hernández.

También se ilustrará con imágenes rescatadas de archivo de personas mirando los monumentos, para ponerlas dentro del contexto histórico de cada una, lo que pretende ser un sugernete contraste de vestuarios y modas de cada época, que tanto han cambiado desde los años treinta del pasado siglo. Así mismo, una línea del tiempo pondrá cada figura en consonancia con los acontecimientos de cada época, tanto locales como nacionales e internacionales. Entre los nuevos elementos también estarán las bandas recibidas en donación por falleras mayores de los años 30, así como audioguías en diferentes idiomas, en consonancia con lo que hay, por ejemplo, en el Museo del Corpus. También habrá un expendedor de venta de mercadotecnia dedicada a la fiesta.

También se ha incorporado el retrato de la fallera mayor de València, Rocío Gil. Una obra que es una translación a lienzo y pintura de la imagen que aparece como fotografía oficial de la fallera mayor. También para estos retratos de gran tamaño empieza a faltar espacio en las paredes del edificio de Monteolivete.

Encontronazo Crespo-Fuset

El Museo también fue ayer el marco para el último encontronazo entre gobierno y oposición. El edil Félix Crespo (PP) denunció que «se ha paralizado la restauración sin ningún motivo ni justificación y con los plazos de contratación y ejecución vencidos", a lo que acompañaban de unas imágenes de la fachada a medio pintar o conos en el suelo. "Ante el oscurantismo y la falta de transparencia, el Grupo Municipal Popular ha presentado una batería de preguntas a la próxima Comisión de Desarrollo Humano para conocer la verdadera situación y responsabilidades, así como conocer los motivos de la paralización y si ha habido incumplimiento de contratos».

El edil Pere Fuset le replicó que «como dice que ha presentado preguntas comisión le contestaremos ahí a todas sus inquietudes. Pero tiene guasa que pregunten unos señores que llevaban años dejando morir el inmueble, al que no le habían hecho la más mínima dignificación, que ni siquiera lo tenía catalogado como museo. Hemos tenido que llegar nosotros y creer en ello para ponerlo en valor. El PP lleva ya un tiempo con una estrategia muy determinada con las fiestas en la que hacen de todo menos proponer y les pone malos que el Museo Fallero lo hayamos convertido en un espacio de éxito».