Se ha convertido en un ritual en el proceso de la elección de las falleras mayores de València. Finalizadas las preselecciones, las aspirantes, las supervivientes del proceso por barrios, se han estrenado con el "sopar de la punxà", que se completa el domingo con su participación en la Batalla de Flores, en las que se les harán, además, las fotografías oficiales como aspirantes, que son las que se exhibirán en la Fonteta. Forma parte de la particular "mochila" que irán llenando y son, aritmética en la mano, los actos con los que podrán quedarse la gran mayoría de ellas puesto que sólo dos de cada once, aproximadamente, continuarán el camino.

El atisbo del relevo, que llegará en octubre, se apuntó durante el inicio de la fiesta: Rocío Gil y su corte de honor pasaron por delante de las 73 falleras a las que saludaron. Todavía quedan camino. Una vez acabada la Batalla, a todas ellas les quedará un largo y tenso mes de agosto hasta que, en primeros de septiembre, empiecen unas pruebas en las que se juegan formar parte de una parte de la historia de la fiesta.