Tengo 18 años. Sí, sí: todo el mundo pone la misma cara cuando digo mi edad. Hasta 27 me han llegado a poner, que creo que es pasarse un poco, ¿no?. El 15 de septiembre haré 19». Podría ser la benjamina de la corte si la eligen. Y sería la segunda vez que una fallera que se llama Marta Orero es la más joven de una corte adulta, como su antecesora de 2005 con la que, por cierto, no guarda ninguna relación de parentesco. Aquella era del Marítimo y ella? se presentó por una falla y salió elegida por otra. Tiene truco: «Me apunté siendo la falla General Barroso-Litógrafo Pascual y Abad y durante el proceso se cambió el nombre a Jerónima Galés-Litógrafo Pascual y Abad». Disposiciones de la Memoria Histórica. Reconoce que «va a costar un tiempo acostumbrarse porque nosotros somos 'Barroso' a todos los efectos».

Aspirante a fallera mayor con 18 años, lo que quiere decir que fue, rara avis, fallera mayor con 17. «En mi falla, de por sí, es complicado ser fallera mayor. Está muy solicitado. Pero éste fue, creo, el primer año en la historia que no se presentaba nadie. Y era una oportunidad. Ademas, mi madre de siempre ha tenido una fallera mayor idealizada: Covadonga Balaguer, que lo fue de València con 18 años. Para nosotros es un cargo muy exigente y me presentaron, de alguna forma, por sorpresa. Para que me sirva en la vida. Para que me ayude a formarme». Y siendo de las jóvenes, su defensa de falleras jóvenes en el trono de la fiesta está, como es fácil imaginar, más que razonado: «Con 18 años le transmites mucha ilusión. Tienes una alegría juvenil que quizá después no tienes tanto». La última cortesana «barrosa» fue Isabel Hernando en 2010 y también era de una edad parecida.

Estudia Laboratorio Químico y Biomédico tras lo que reconoce como «una equivocación de bachillerato, que me ha hecho empezar de cero. Hice bachiller social. Pensaba que iba a hacer relaciones laborales y en un año he pasado a estudiar laboratorio, que es lo que realmente siempre quería hacer y no lo sabía. Es casi como una revelación lo que tuve». Ahora está en una FP, pero «me gustaría continuar con la carrera de Biología Molecular y Microbiología. He descubierto un mundo increíble. Hospitales, análisis y primer diagnóstico tras análisis de sangre, orina, heces, esputo? también somos los que hacemos pruebas de paternidad, casos de medicina legal? muchos campos y todos apasionantes».

¿Por qué apareció en General Barroso (o en Jerónima Galés)? «Mi padre es de Las Cuevas de Utiel y mi madre se crió en Picanya hasta los diez años. Pero la familia de mi abuela eran de la falla del Pilar y cuando nació mi madre se fueron a Poeta Alberola-Totana porque vivían allí. Luego se mudaron y por eso yo soy de General Barroso. Es un popurrí de fallas».