Una procesión de iguanas es el hilo argumental de la carroza triple que ha ganado el Corso Zundert, la versión más espectacular de lo que podría considerarse una manifestación artística a caballo entre la Batalla de Flores y el arte efímero. Se ha celebrado en una comarca de Holanda y en ella, las carrozas se cubren de dalias dándole a cada una un lema. Con la particularidad añadida, a la hora de encontrar similitudes con las Fallas, que son sufragadas por asociaciones vecinales que representan a cada distrito. Son ellos mismos los que se encargan de elaborar las carrozas, para las que utilizan armazones metálicos y "corcho blanco" para los cuerpos, sobre los que se realiza la "punxà" de la flor.

El desfile de carrozas se realiza a lo largo de unas calles con gradas portátiles. No se lanzan flores porque las obras no están ocupadas por personas (salvo figurantes que ayudan a desplazarla) y en ellas se valora el conjunto, como si de una falla se tratara: escultura, juego de colores, originalidad... celebrándose el triunfo con la misma pasión que en los días 15 y 16 de marzo.

Entre las ocurrencias de diseño hay payasos voladores, personajes anónimos agobiados por las tenologías ("Sobrecarga"), tornados, la urbanización, alegorías a la Naturaleza, el Yeti, o hasta una aspiradora ("On/Off").

Los "artistas falleros" son los diseñadores, cuyos vencedores este año ha sido el grupo formado por Johan Raats, Jack Schetters, Joël Sprenkels y Hans Arnouts con su "Iguana in(ter)action" para el distrito de 't Stuk.