El reinado de Ana Sansabas está marcado por un punto de emotividad. «Mis abuelos (maternos) vivían en la calle Yecla y fueron fundadores de la falla. Mi madre fue la primera fallera mayor de la comisión». Entonces García Morato-Yecla y, desde esta primavera, Séneca-Yecla. «Mi abuela falleció en febrero de 2017 y consideramos que era el momento de ser fallera mayor. Era una forma de acordarme de ella, porque es, con mi abuelo, quien nos inculcó la pasión por la fiesta. Nada más acabar las fallas de ese año decidí ser fallera mayor. Le pude dar la satisfacción a mi abuelo de verme los primeros meses, porque después él también se marchó en diciembre. Ha sido una memoria a quienes me metieron en este mundo. Es una historia triste, de acuerdo, pero también es natural y tiene su punto bonito de saber que les has rendido los honores que merecían». Además, para seguir la costumbre de gran cantidad de las 73 preseleccionadas adultas, no fue fallera mayor infantil. «Iba al Liceo Francés, estaba en el conservatorio de danza.. me habría gustado y era el sueño de mi abuela. Me quedé con esa espinita y por eso era aún creció más el sueño de serlo cuando llegara a edad adulta». Lo tenía todo: antiguedad y una falla donde no suele ser un problema. Y ahora busca redondear el año ocupando un sitio que la comisión vivió en 1995 y 1998 con Beatriz Cabrera y Mónica Taberner.

Estudia Diseño de Moda en la Escuela Superior de Arte y Diseño. «A mi abuela le gustaba mucho coser, hasta le hizo un traje de fallera a mi madre... pero no, no tengo antecedentes profesionales. Pero parece que he nacido para tener esa pasión. Le hacía los vestidos a las muñecas. Desde que, de pequeña cogí la aguja, no la he soltado». ¿Pensando en indumentaria valenciana o en fiesta, prêt-à-porter...? «Me gustaría cualquier cosa. Infantil, sastrería de caballero, boda... me gusta todo. Tengo futuro por delante para saber realmente lo que me gusta».

A lo largo de estos perfiles, algunas de las preseleccionadas se han revelado como practicantes, cuando no especialistas, de deportes de lo más curioso. Ana añade uno más. «Estoy haciendo golf y me está gustando mucho. Me tuve que dejar la danza española cuando estaba en el colegio porque era un exceso de horario. Mi padre iba mucho con mi abuelo al parador del Saler y tenía ganas de regresar alguna vez. Ahora juega conmigo. Voy todos los viernes». ¿Ya tiene hándicap? «¡Estoy empezando!. Ya empiezo a darle bien. De momento compito con él y sigo recibiendo clases». Y no lo hace en cualquier sitio. «Desde luego, el campo del Saler no es fácil». En la falla este año ejerce... de fallera mayor. «Ahora hay muchos niños y en algún momento he tenido la delegación de infantiles. Pero este año sólo fallera mayor». Y quizá corte de honor. Septiembre lo dirá.