Todos los años, el ayuntamiento le paga a Paula Santarrufina el espectáculo de su aniversario. Le basta con estar a las dos de la tarde en el lugar correcto. la plaza. «Mi cumpleaños no puede ser más fallero. Es el 6 de marzo y siempre se acompaña de una mascletà y de una comida en familia». Mejor imposible. A lo mejor, el próximo estará acompañado de una tarta en el balcón. Quien sabe. Pero mientras, su vida transcurre cumpliendo sueños. «La familia de mi padre, los Santarrufina, son todos de Vinalesa. Casi todos somos familia. Mi madre nació en Torrefiel». Y vive... «en Almàssera. Ni para un lado ni para otro. Pertenezco a su altar vicentino». Territorio neutral. Y en las fallas «primero fui de Llorers-Arquitecto Lucini, pero tuve un parón precisamente por irnos a vivir allí. Mis padres no podían bajarme desde Almàssera. Me dijeron que cuando me sacaran el carnet de conducir y fuera más independiente, yo decidía. Y fue sacarme el carnet e irme a Bilbao. Conocía gente de allí y estoy desde hace cinco años y muy feliz». Y en un visto y no visto, fallera mayor. «Ser fallera mayor lo llevaba deseado mucho tiempo. En el colegio, en Trinitarias, tenía una amiga con la que hice la promesa de que seríamos falleras mayores a la vez. Llegó 2018, las dos nos pudimos presentar en nuestras comisiones y serlo. Si, si, una promesa desde niñas». La otra era «Inés Cardós, de Els Doctors. Fuimos a vernos a nuestras preselecciones», aunque faltó la última pieza: que Inés también estuviera ahora en las pruebas finales.

Y en el trabajo, pasión: «soy enfermera en el Hospital de Manises. Tras la carrera de cuatro años puedes hacer una especialidad de dos años que es opcional. Me gustaría ser matrona, pero necesitas un año entero, se presentan muchas enfermeras. Probablemente, próximamente, lo haré. De momento me preparo para las oposiciones de octubre». Pero no le faltan alicientes. «Estoy en la planta del doctor Cavadas y en cirugía de corta estancia». Mediático a más no poder. «¿Te acuerdas de Wilmer, que se le operó hace poco de una separación de columna vertebral y pelvis? Lo tuvimos allí, lo trató él y nosotras llevábamos la medicación, las curas... luego lo ves en la prensa y te hace mucha gracia y te hace sentirse orgullosa».

El futuro de una enfermera española puede estar lejos de casa. Fuera se paga y bien. «Antes de entrar en Manises sí que pensé irme a trabajar al extranjero. Sé que fuera hace mucha falta el trabajo de enfermera. Pero también coincidía con que llegaba mi año de fallera mayor... quizá, en un futuro, sí que lo haga. Tengo un nivel bastante alto en inglés, el C1. Me costó mucho, pero es un logro del que me siento muy contenta».