La Entrada de Moros y Cristianos, protagonizada en gran medida por falleros, tiene una simbología fallera que el calendario fallero le permite escenificar. Al acabar el festejo, la fallera mayor de 2017, Raquel Alario se dirigió a la tribuna para hacer salir a la fallera mayor, Rocío Gil, entregándole la espada, algo que también hizo con Daniela Gómez.

La Entrada fue el último acto para las 26 falleras, que tienen el 10 de octubre como final de su ciclo con el nombramiento de las falleras mayores de 2019. También es el final para Raquel y su corte de 2017 de la serie de actos a los que, a lo largo del año de salientes, tienen derecho: Cabalgata de Reyes, Parada Mora de Almirante Cadarso, Batalla de Flores... y que finaliza con esta Entrada. Aderezados con otros festejos, como los homenajes que se celebran en las comisiones.

Ese curso vital es el que empezarán ahora Rocío, Daniela y sus cortes de honor, que se escenificó con la cesión de la espada y con el pasillo que las dos cortes aún vigentes hicieron a sus antecesoras.