La falla Plaza de Jesús inició el Siglo XXI con una clara intención: ser diferentes. Lejos de ser un recurso circunstancial, han conseguido ser un referente entre las fallas que han apostado por la experimentación. Es casi una visita obligada cada año y los artistas más libres han ofrecido allí sus creaciones. Una parte muy importante de este impulso artístico lo fomentó y alentó Amparo Belda. «La Jefa» como la llamaban en la comisión, que presidió entre 2006 y 2011. Con ella y el grupo de falleros que han creído desde el primer momento en esta fórmula alternativa, la plaza de Jesús se convirtió y sigue siendo una vanguardia del grupo de Falles I+E. Una enfermedad con la que venía batallando hace un par de años ha ensombrecido la historia de la comisión, que echará de menos su iniciativa y, sobre todo, sus ganas de vivir la vida y la fiesta.