Los entes falleros participantes en la reunión del Bando Fallero no están de acuerdo con el resultado de la negociación entre los agentes ciudadanos, aunque lo han acatado y firmado. A falta de la elaboración de un comunicado conjunto (se prevé para las próximas horas), han sido las redes sociales el escenario de la reflexión. Por lo menos, tanto del presidente de la Interagrupación, Jesús Hernández, como del de Primera A, Paco Romero. Ambos coinciden en una misma idea: que es "un mal menor".

"Acuerdo, si. Satisfactorio para el colectivo fallero, no. A veces pienso si esta gran fiesta la merece esta ciudad" escribía Jesús Hernández Motes. A lo que añadió una serie de condiciones "leoninas" que podían interpretarse como que habían sido las que querían imponer otras entidades del debate (cerrar las verbenas a las dos o tres de la mañana, ausencia de carpas o de barras en las verbenas...) pero que eran realmente una metáfora.

Romero, por su parte, criticó la "lamentable posición de algún colectivo empresarial que tanto recibe de la actividad Fallera. Algunos siguen estando de espaldas a la fiesta grande y lo han demostrado".

El debate quedó enconado, fundamentalmente, en la cuestión de las carpas. Sobre todo teniendo en cuenta que, tras la aprobación de los mercadillos a partir del día 12 y sin utilizar el fin de semana -la fecha es la habitual de ediciones anteriores- la federación de hostelería ya se quedó satisfecha al no tener que competir en el fin de semana.

Los colectivos falleros querían ganar un día en el montaje de las carpas (que, en fechas, eran dos respecto al año pasado) y tanto los representantes vecinales como los de la Confederación de Empresarios querían retrasarlo incluso a después del fin de semana "prefallas" al considerar que lesiona el acceso a aparcamientos y comercios. Es en ellos sobre los que recae la crítica.

Finalmente se llegó a un acuerdo de consenso, aunque no satisface a los entes falleros por lo que supone de carga suplementaria en el montaje de dichas carpas. El acuerdo estuvo a punto de saltar por los aires y sólo tras un receso se consiguió que empresarios y vecinos por una parte e Interagrupación por otra aceptaran las condiciones, que fueron los que se mantuvieron más tiempo en sus respetivas tesis.

El concejal de cultura festiva, Pere Fuset, fue preguntado ayer al respecto en la presentación de la fiesta de aniversario de la Unesco y trató de mantener la equidistancia bajo el concepto de "pacto de ciudad". Y aunque Paco Romero aseguraba que "la concejalía ha intentado el consenso por todos los medios, pero cuando alguien no quiere es imposible", sus críticos en el sector fallero no han tardado en saltar en su contra. El edil comentó que "Lo importante es que ha habido un acuerdo total y es de agradecer porque es el resultado del esfuerzo de ceder en algo todos. Se han conseguido 35 puntos dialogados y es un pacto de ciudad que se necesitaba. Cada uno lo ha aceptado con distinto grado de entusiasmo".

Refiriéndose a las carpas, el gran punto de fricción, "las posiciones estaban tan encontradas como que unos querían desde el día 6 y otros a partir del día 9. Se ha llegado al acuerdo de montar el 7 y 8. Finalmente son las mismas fechas que el año pasado".

Con la diferencia de que el jueves no podrán instalarse aquellas que entorpezcan a la EMT o cierren completamente una calle. "El pasado ñao, el jueves se instalaron 70 carpas. Vamos a ver la cantidad real de carpas que se tienen que trasladar un día".