La visita de la fallera mayor infantil, Sara Larrazábal, y su corte de honor para conocerla y participar en un taller en el que elaboraron trece cabecitas que formarán parte de la obra, sirvió ayer para conocer el estado en que se encuentra el «Puesto 14», la falla infantil del Ayuntamiento con la que Cap de Suro (Ariadna Gurrea y Xavier Gurrea) se presentarán en la plaza grande de la ciudad.

La obra, el puesto de Empar y su hijo Pau, está prácticamente completada en lo que es modelado. El puesto está construido y las figuras, fácilmente reconocibles junto al boceto, están blanqueados para empezar la fase decisiva. Porque ahora falta pintar y la labor más entretenida: la creación con material combustible, papel y tela, de las flores que llenarán el puesto de venta, el que estará en la plaza junto al número trece. Un homenaje a «un espacio que, a pesar de los constantes cambios urbanísticos que ha tenido la plaza, nunca ha cambiado: los puestos de venta de flores, que forman parte de la realidad cotidiana de la ciudad».

Los artistas siguen dándole vueltas al particular remate estético del proyecto: que huela a flor. Posiblemente se valgan de un difusor que, con cierta regularidad, esparza fragancias. Pero la falla es mucho más. Es toda una prueba de fuego para esta pareja de artistas. «Es una presión diferente a la que hemos tenido en Sección Especial. Allí es por tener un buen premio. Aquí, la presión es de que le guste a todos y que la hagan suya». Entre las ventajas: «Tenemos más libertad de trabajar con materiales».

«Es un homenaje a los materiales tradicionales. Hay mucho cartón piedra». Y sobre todo, estoreta. «Hemos utilizado cabezales de cama, antiguos cajones, pies, taburetes... que convenientemente restaurados, se incorporan para formar parte de las escenas». Y lo hacen formando muebles y estanterías o incluso las columnas del puesto de flor. Habría sido un recurso fácil utilizar macetas de verdad. Pero no: son de cartón sacadas de un molde. Y Cap de Suro utiliza «suro», corcho blanco, en cantidades muy limitadas en este proyecto.

Vallas bajas e interacciones

En los meses previos, prácticamente desde que se presentó, el proyecto ha sido muy alabado por ser muy reconocible. «Pensando un tema nos dimos cuenta de ese mercado que siempre nos ha acompañado. Ahí surgió la idea». La falla se verá desde las vallas «que nos han prometido que serán bajas» y estará acompañada de juegos interactivos a través de los dispositivos electrónicos. «Por ejemplo, preguntas sobre flores, las que se utilizan para cada tipo de celebración...».

La falla infantil del Ayuntamiento tiene un grave problema estructural: se planta en un lugar donde no debería estar. Mientras la grande está bien ubicada en la calle de los autobuses, la infantil está en plena zona de paso. Difícil para detenerse y recrearse. «Es el lugar que hay y al que hay que adaptarse».