«Nunca en esta sociedad las mujeres hemos tenido tanto que decir y aportar. Aprovechar esta revolución para seguir demostrando que las mujeres hemos de liderar esta época. Tenemos la suerte de formar parte de un colectivo único en el mundo e importantísimo para esta ciudad. Tenéis en vuestras manos la oportunidad de defenderlo con orgullo y responsabilidad». Este es el mensaje que le lanzó la fallera mayor de València de 2018, Rocío Gil, a las candidatas a sucederle, entre las que se encontraban Marina Civera y las que ahora forman su corte de honor. Y, de alguna forma, algo se ha movido. Dentro de esa particular revisión del cargo, para darle un contenido social de carácter universal, las trece falleras actuales participarán hoy en un taller organizado por el Consejo de la Juventud de València para activar un nuevo concepto: ungirlas como embajadoras de la igualdad entre la Juventud valenciana para promover los mensajes que conllevan, incluyendo la lucha contra la violencia de género, la educación en el concepto de igualdad.

El taller de empoderamiento lleva por nombre, precisamente, «Embajadoras por la Igualdad» y se presenta «como un espacio enriquecedor en el que mujeres jóvenes que lideran grupos de la ciudad visibilizan el papel de la mujer en los diferentes órganos de representación, compartiendo o formándose en temas de coeducación, acompañamiento mutuo o lenguaje inclusivo».

Este mensaje social fue defendido ayer por el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, asegurando que «la fallera mayor de València y su corte son importantes referentes para el colectivo fallero y también para buena parte de la juventud. Su implicación como embajadoras quiere ser una muestra más de la vocación de las fallas para ayudar a conquistar la igualdad efectiva en el conjunto de la sociedad, haciendo valer además el peso social que las Fallas tienen en la sociedad valenciana».

La charla, organizada por la cooperativa Formigues Liles, será impartida por Ana Domínguez, vicepresidenta del Consejo de la Juventud de Valencia, quien explicaba que «se basa en poner en valor la colaboración entre diferentes espacios de representación de mujeres jóvenes ne la ciudad de València. Son ellas las que tienen que dar un paso adelante en la lucha por la igualdad efectiva». La cooperativa que imparte la charla organiza actividades como taller de autodefensa, autoestima, relaciones, emprendimiento, espacios de igualdad, etcétera, colaborando con numerosos ayuntamientos.Los lazos de 2018

A lo largo del pasado ejercicio, la fallera mayor y la corte de honor ya hicieron guiños y algo más al feminismo. No sólo fue el discurso de Rocío. No fue baladí que todas ellas hicieran en la Gala Fallera una coreografía con el tema «La Revolución Sexual». El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, todas ellas incorporaron a la banda un lazo morado. Y, de hecho, ese día la autorización la compartió Rocío con Alicia Andrés, una de las falleras de su corte especialmente comprometida con el feminismo.

Precisamente, ayer publicó Levante-EMV la información de que Rocío ha prestado su imagen para convertirse en el remate de la falla Sevilla-Denia, dedicada a la lucha contra la violencia doméstica, en la que aparecerá rompiendo las cadenas de esta problemática social.

El tema de la violencia de género se ha tratado ocasionalmente en la fiesta. La acción más importante la promoció en las pasadas fiestas la Diputación de València, entregando a las comisiones unos estandartes con el mensaje social de rechazo. El ayuntamiento también promovió una campaña social en los casales contra aspectos, como la violencia y el machismo.

También, por ejemplo, la corte de honor de 1999 elaboró, diez años después, con motivo de la Cena de Cortes, unos vídeos colaborando con la plataforma «Yo doy la cara» contra la violencia de género.

En años anteriores, el componente social de las falleras mayores se ha circunscrito a participar en actividades como participar en mesas petitorias de la Cruz Roja, presidir la entrega de premios falleros de la Solidaridad y visitar y, por consiguiente, poner cara en espacios como el Cottolengo del Padre Alegre o la Fundación Maides. Otras veces, falleras mayores han prestado su imagen como donantes de sangre. En todos los casos, como ahora, mensajes de imposible discusión.