Ayer fue uno de los días marcados en el calendario fallero. La Crida marca el antes y el después de la fiesta, igual que el traje que luce ese día la fallera mayor de València. La ocasión lo merece. Marina Civera, apostó por uno de los cartonajes más clásicos del archivo histórico de la casa Rafael Catalá, el dibujo 'Reina'. Justo hace veinte años, Sandra Bonet Martínez escogió ese mismo espolín, en color blanco, para el acto de la Crida. Esta seda espolinada, es un auténtica joya artesanal que alude al nombre que la identifica.

La representante de las fallas 2019, Marina Civera, clamó a la fiesta ataviada con una de las piezas más representativas de la casa Catalá. La seda espolinada sobre fondo 'Rosa Pétalo', alberga 25 colores de trama, dos tonalidades de verdes y cuatro metales diferentes: metal brescado oro y plata, metal glaseé que es una combinación de oro con plata y metal de oro viejo.

La indumentarista Amparo Fabra ha sido la encargada de darle forma y se ha inspirado en un modelo del siglo XVIII con jubón envarado con varillas naturales. Del escote lucen las puntillas de la chambra con encajes de Bruselas de finales del siglo XIX. Las manteletas están bordadas sobre tejido nipis y tul en seda y metal dorado con lentejuelas, reproduciendo un dibujo antiguo de la firma 'Hijas de Carmen Esteve'. El tejido nipis, es de origen filipino, y se trata de una tela finísima, casi trasparente realizada con fibra natural extraida de los peciolos (especie de palmera), de ahí su apreciado valor. El aderezo es de la firma Art Antic y las peinetas son de Flor D´Aigua.

Así se ha realizado el espolín de la fallera mayor de València 2019

El espolín 'Reina' a pesar de tratarse de un modelo clásico, es uno de los preferidos por las representantes de las fallas. Raquel Giner (fallera mayor de 1995) lo lució en su reinado y Carmen Sancho (fallera mayor de València 2014) lo llevó durante su reinado como fallera mayor de la falla Plaza del Mercado Central.