El espacio que recorre la Falla Cuba-Puerto Rico se verá iluminado este año por un bosque de luces LED que pretende rendir tributo al Parc Central diseñado por la paisajista Kathryn Gustafson, así como «poner en valor el proyecto más reciente de la ciudad», como manifiestan desde la comisión.Con este diseño innovador de la firma Ximénez tratarán de revalidar el primer premio del concurso de calles iluminadas conseguido el pasado año.

El arbolado que conformará el paisaje lumínico se irá adaptando según el transcurso de las horas, como ocurre en un paraje natural.

De este modo, «el aspecto invernal se hará presente cuando la luz del sol pase a través de las láminas dicroicas» formando guirnaldas de colores morados, azules y rosados. Por la noche, numerosos destellos blancos y dorados serán los grandes protagonistas.

La creación de luces contará con 31 arcos especiales de casi seis metros de ancho y diez metros de altura aproximadamente que se distribuirán en dos arboledas y que estarán conformados por casi 26.000 unidades de LED.

Una de las principales novedades que presenta este bosque iluminado es que, por primera vez, se instalará una iluminación «a cota 0», es decir, está nacerá a la altura del mismo suelo. Se extenderá por las calles Puerto Rico (16 unidades de arcos); Cuba (ocho unidades de arcos en los chaflanes) y Sueca (dos unidades).

Desde la comisión explican que a finales de los años 50 surge de forma paralela la posibilidad de crear un gran parque en el núcleo céntrico de València que sirviese como nexo de unión entre las dos zonas de la ciudad dividida por la red ferroviaria y, del mismo modo, el proyecto de iluminación de la demarcación fallera del enclave. A día de hoy, el entramado lumínico rinde homenaje al paisaje natural y urbano de la ciudad que unió València.