Nada más llegar empezó la llovizna, pero fue muy poco intensa. Russafa se lleva el particular título de zona más madrugadora a la hora de recibir las primeras piezas de las Fallas 2019 -más allá de las municipales, que se estrenaron el sábado-. De hecho, había tiempo desde el día 3 para llevar piezas, pero la «plantà» no requiere tener expuestas las piezas durante tanto tiempo. Ha habido que esperar un año pero, desde el momento que Vicente Llácer y Vicente Martínez Aparici depositaban las primeras piezas en Sueca y Cuba-Literato Azorín, respectivamente. Incluyendo en este caso unos espectaculares elefantes. Desde ayer, y durante los próximos siete días, se establecerá el particular peregrinaje por las grandes demarcaciones para ir viendo como llega una góndola más y como ese particular puzzle va tomando cuerpo. La falla municipal, como queda dicho, también ha empezado a llevar nuevas piezas del «Procés Creatiu», convirtiéndose en una atracción, especialmente al acabar el disparo. Otra falla que ya está totalmente plantada es la de las Fuerzas Armadas, que será quemada hoy en el acto multitudinario en el que Fallas y Ejército maridan durante un par de horas.

El proceso de traslado de piezas (la «escampà») es el primer paso antes de las grandes izadas con las grúas. El resto de fallas (de Primera B hacia abajo) podrán salir a partir del día 8.

Y las luces, en su tramo final

La llegada de estas primeras piezas ha permitido también contemplar el proceso de instalación de las luces en las demarcaciones del barrio, que será uno de los atractivos de la ciudad a pesar de, en esta zona, no tener espectáculos a horas determinadas.