La precampaña está siendo muy tranquila. Tanto, que parece que la consigna instalada es la de no mojarse. Comentarios planitos y no en clave electoral. Hablar de fallas. Ayer estuvo el ministro de Cultura, José Guirao, quien se dedicó a elogiar las Fallas como tradición cultural. No era la primera vez que veía un disparo. «Estuve en 1993 con Carmen Alborch. Entonces lo estuve viendo desde abajo y lo recordaba bien, pero este 'revival' ha sido impresionante porque desde abajo tiembla la tierra y aquí arriba tiembla todo».

El ministro ha reconocido que, como «levantino de Almería», le «encanta» la pólvora porque «el olor a pólvora y la fiesta van unidos», y recomendó «vivamente» las fiestas de València a la gente que no las haya disfrutado todavía.

Y tenía motivos para ello, porque Gironina presentó una «mascletà» con mayúsculas. Fue breve, tratando de concentrar la potencia. Antes del remate, el cielo se había cubierto de azul y el final fue un verdadero infierno. Allí dentro no podía quedar nadie vivo. «Que sí, que sí. Estábamos dentro». Están contentos en la pirotecnia de Pedralba, conocidos años antes en el mercado de venta de productos al por menor, pero que desde que han llegado a los espectáculos de la plaza están gustando mucho. «Esperamos volver. El año que viene, con más potencia» aseguró Francisco Cunillera.

«El dato objetivo: el humo comenzaba a hacer una seta, como las grandes setas de las grandes explosiones, eso no se ve todos los días» dijo el alcalde, Joan Ribó, con su particular visión de experto. Tras cuatro años en primera línea de disparo ya no tiene problemas en teorizar sobre los disparos, sobre todo si son buenos. Se estrenó también Mónica Oltra, quien también elogió el disparo.

Cuatro contusiones, cuatro lipotimias y un herido para un disparo a 22 grados al sol, en el término medio perfecto. Como perfecto parece que va a ser para las falleras mayores y cortes de honor el reinado a nivel meteorológico. No está previsto que la lluvia arruine disparo alguno.

Y hoy llega el disparo de Reyes Martí, que hará el que ha bautizado como «disparo más especial, reivindicativo y combativo de nuestra trayectoria». Con humo morado, truenos de color negro, truenos que son gritos... para escuchar y ver.