Lanzar huesos de aceituna a la máxima distancia posible puede que nunca entre en los Juegos Olímpicos, aunque sí que ha participado ya en tres de ellos como actos paralelos. Ayer, la asociación Lanzahuesos, que creó esta disciplina en la localidad murciana de Cieza en 1995, llevó a cabo el primer concurso de esta modalidad en València, el cual tuvo lugar en la falla Alcácer-Yátova.

La verdad es que era impresionante ver cómo los y las participantes intentaban dar lo máximo de sí para lanzar el hueso desde sus bocas lo más lejos que podían. Por cierto, el récord del mundo, de un ciezano, está en 25,08 metros, ahí es nada.

Ayer nadie llegó a esta distancia, ni falta que hacía, porque de lo que se trataba era de innovar, de proponer un acto diferente en este calendario fallero. Y también, todo sea dicho, de hacer convivencia y estrechar lazos entre regiones y costumbres.

Como decía el presidente de la asociación, José María Martínez, «esto no tiene demasiado secreto», pero sí cuenta con unas normas establecidas y otras no escritas. Entre las primeras, por ejemplo, no pisar la línea, entre las segundas, «tomarse alguna cervecita antes para engrasar». A partir de ahí, libertad absoluta. Hay quien toma carrerilla, otros se plantan ahí, serios, con la mirada fija en el horizonte antes de lanzar el hueso. Se baja la bandera, y ahí va. Cae al suelo, se para, se mide la distancia y vuelta a empezar. Esta asociación organiza cada año el campeonato del mundo el último viernes de agosto. Y dispone incluso de una variedad de oliva certificada y con el sello de la asociación, la mollar, originaria de Cieza y que tiene que prepararse encurtida y chafada.

Para el presidente de la falla, Antonio Vilata, que también participó en el concurso, el objetivo de esta iniciativa era «buscar algo diferente y original en el calendario de Fallas». Él confesaba que habían estado practicando en la calle desde hace un mes y que este tipo de eventos también son una forma de «dar a conocer fallas pequeñas y de la periferia como la nuestra que muchas veces somos las olvidadas». Mientras que el presidente de la asociación destacaba la importancia «de empatizar y compartir» e invitaba al mundo fallero a acudir al Mundial en agosto.