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Menús especiales y restaurantes al completo

Encontrar mesa en fallas para comer no es nada sencillo, más aún en el entorno de la mascletà Muchos restaurantes están ya al 90 % de reservas

El menú de Fallas que ofrece el MercatBar, de Quique Dacosta.

«¿Quedamos para ir a la mascletà y comemos luego por ahí?» Esta es una de las frases más pronunciadas en estas Fallas. Un clásico del que se benefician los restaurantes más cercanos a la plaza del Ayuntamiento, pero también todos los situados a un radio bastante grande de la misma, pues las mareas de gente tras las mascletà se dispersan en todas las direcciones.

Ante estos ríos de gente los restaurantes se preparan a conciencia. Amplian plantilla, ponen comerciales en las puertas ofreciendo menús y, todo sea dicho, más de uno sube los precios por aquella ley básica de económicas de la oferta y la demanda. Incluso los hay, los menos, que deciden irse de vacaciones como es el caso del japonés Nozomi.

La verdad es que la oferta es amplia, pero la experiencia gastronómica en estas Fallas puede ser más o menos placentera en función de varios factores. El primero, ser previsor y reservar. Como indicaban ayer varios restaurantes de Russafa como Gaspar o Los Madriles, su aforo está ya casi al completo para las comidas tras la mascletà. Y ahí viene el segundo factor clave; saltarnos la apoteosis pirotécnica de la plaza del Ayuntamiento e irnos a comer tranquilamente sobre las 13 horas: «Si vienen antes de la mascletà pueden comer hasta las 15.30 horas con toda comodidad», indicaba ayer la encargada de Gaspar.

A medida que uno se aleja de la plaza, la situación se va normalizando. Y ese es el tercer factor; callejear o incluso tomar un autobús y alejarnos hacia otros barrios. Con este tiempo, El Cabanyal o la playa de la Malva-rosa ganan enteros en esta alternativa. Además, allí la oferta gastronómica es de calidad sobre todo en cuanto a arrocerías se refiere. Pues la paella sigue siendo la reina en estas fiestas.

Otra opción muy recurrida durante estas fiestas es comer en la calle, bien sea pidiendo un bocadillo en algún bar o parándose en alguna de las «food trucks».

Una gran opción para los amantes del bocata es el Central Bar, de Ricard Camarena, en el Mercado Central. Otro mercado, el de Colón, amplía su horario en estas Fallas en las que pasa de cerrar a las 03 horas a mantenerse hasta las 04 horas.

Si a mediodía las arrocerías son las más demandadas, por la noche la oferta se diversifica. Mientras que por la tarde o la mañana es hora, cómo no, de los churros y buñuelos con su chocolate y todo.

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