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Propuesta

La opción de revisar las Fallas en un congreso vuelve a escena

En esa gran convención se analizaría la autonomía de la JCF, el papel de la fallera y las actividades

Celebración de la victoria de l'Antiga de Campanar el pasado 16 de marzo. germán caballero

La opción de celebrar un congreso fallero vuelve a estar sobre la mesa. La candidata del PSPV a la alcaldía de València, Sandra Gómez, y la integrante de sus lista Pilar Bernabé abogaron ayer por impulsar la celebración de un congreso fallero «al menos una vez cada cuatro años» con el objetivo de revisar la organización y estructura de las fallas y abordar cuestiones como el tamaño y presupuesto de los monumentos ante las dificultades de muchas comisiones para asumir los costes cada vez mayores.

Las Fallas se rigen por un Reglamento, cuya última actualización data de primeros de siglo. Y en el mismo se describe gran parte de la organización de la fiesta, tanto a nivel de comisiones como del funcionamiento de la Junta Central Fallera, la actividad fallera, las falleras mayores de València, la indumentaria y una larga lista de preceptos que, en no pocas ocasiones, chocan tanto con normas de rango superior como con la propia obsolescencia del documento.

Aunque su artículo más importante es el que hace referencia a la vinculación de la Junta Central Fallera con el ayuntamiento; es decir, si sigue siendo un Organismo Autónomo Local o si se convierte en una entidad independiente. Un matiz importante, en el que se suscitan muchas voces tanto a favor como en contra.

Desde hace tiempo se considera que el texto no está modernizado, además de existir muchos artículos que no son ni necesario tenerlos dentro de una «constitución» fallera y que sería conveniente modificar.

Sólo los falleros pueden convocar

Un congreso sólo lo pueden convocar las comisiones de falla a través de la asamblea de presidentes. Hace año y medio, cuando el concejal Pere Fuset dejó de asistir a las asambleas tras sus encontronazos con la misma, puso sobre la mesa la posibilidad de celebrar ese congreso, que los falleros rechazaron, en gran medida por un efecto acción-reacción; es decir, era el edil quien ponía sobre la mesa su celebración -de alguna forma, ofreciendo la posibilidad de salir de la tutela municipal-, y en aquel momento se consideró que no era el momento para celebrarlo.

Sandra Gómez confió ayer en ir avanzando en la igualdad «para que sea una mujer la próxima presidenta de la Junta Central Fallera» en alusión a Pilar Bernabé, que se posiciona desde hace tiempo como futura concejala de Fiestas, y que también abogó ayer por el «diálogo y el consenso con las comisiones en relación a la limitación del presupuesto de los monumentos, al tiempo que abogó por buscar de manera conjunta con la Generalitat nuevas fórmulas de financiación de sectores como la pirotecnia».

Desde hace meses, el PSPV ha creado una candidatura para la concejalía de fiestas, un área que tomará como propia en caso de ganar las elecciones o que reclamará en la negociación en caso de que tuviera que llegar a acuerdos con Compromís en caso de una posible victoria electoral.

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