La candidata del PP a la Alcaldía de Valencia, María José Català, flexibilizó ayer su discurso respecto a la tasa turística y del no absoluto ha pasado al condicional. Así, ayer aseguró que «solo contemplaría» aplicarla en el caso de que «se aprobara con el consenso del sector». Es un cambio, si no sustancial, sí tenue o significativo, aunque su idea inicial es la de no cambiar el estatus. «No somos partidarios de implantar más tasas o de subir impuestos que graven la actividad económica, pero si hay un acuerdo para crearla habría que estudiar cuál sería su destino final, que podría ser la promoción turística de la ciudad o el mantenimiento de servicios».

Estas afirmaciones se produjeron tras la reunión mantenida en el día de ayer con representantes de la Federación Empresarial de Hosteleros de Valencia (FEHV), a los que ha mostrado el apoyo del PP local al sector por considerarlo «fundamental para la actividad económica» y porque «tiene una presencia y repercusión positiva en día a día de la ciudad».

En relación con los apartamentos turísticos, Catalá respaldó la petición de la Federación de Hostelería de incrementar las inspecciones para detectar los pisos ilegales de alquiler y ha lamentado «la falta de claridad y de concreción en la regulación existente en la ciudad, que está generando incertidumbre en el sector turístico». Sobre las inspecciones para detectarlos, ha señalado que «es imprescindible que la Generalitat se implique más y que no descargue toda la responsabilidad en la Policía Local».