La comisión de Poeta Emilio Baró es la primera que ha iniciado la particular «cruzada» de las comisiones de falla para evitar la disposición del ayuntamiento en la «dansà a la Verge» por la que a las comisiones se les exige lo mismo que a los grupos de baile: que sean parejas de hombre y mujer.

Como se recordará, la «dansà» fallera se incorporó este año al calendario, de tal manera que los numerosos grupos de baile que tienen las fallas podían bailar la antevíspera de la virgen, cosa que apenas cuatro de ellas podían hacer hasta entonces, con la condición de bailar «dansa plana» y participar en los Balls al Carrer de los domingos. La comisión de Benimaclet dice que «hasta ahí nada que objetar, porque fue una oportunidad para las Fallas» pero señalan la dificultad de encontrar hombres que participen en los bailes. «Esto nos obliga a buscarlos» (fuera de la comisión) y por cada uno que participa es una mujer de la comisión que no puede hacerlo». Si esto es una medida para evitar la saturación de la plaza aceptarían «dividir las comisiones participantes por las plazas disponibles», pero siempre con la posibilidad de bailar parejas o sólo mujeres.