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Tribunales

Archivan la querella de un miembro de la JCF contra dos falleras de la corte 2018

El jurado exime a ambas, que en su día denunciaron el comportamiento del delegado, incluso de ir a declarar

Archivan la querella de un miembro de la JCF contra dos falleras de la corte 2018

«De lo actuado no aparece debidamente justificada la perpretación de los presuntos delitos de calumnias y/0 injurias con publicidad» y «respecto a las dos falleras, también querelladas, cuya citación se solicitó, resulta innecesaria su declaración». Estos son dos de los términos con los que el Juzgado de Instrucción Número 20 de València salda la querella presentada por el miembro de la Junta Central Fallera, Francisco Sivera, contra dos componentes de la corte de honor de 2018 y contra la directiva del pasado año, ordenándose el sobreseimiento de la misma y procediendo al archivo de las actuaciones.

El archivo se produce después de que Sivera se querellara contra ellas a consecuencia de los hechos sucedidos durante el concurso de «play back» del pasado año. En el mismo, ambas mostraron ante la JCF su desagrado por lo que consideraban una conducta inadecuada (comentarios «supuestamente groseros y de tinte machista») del fallero de Benicalap. La directiva investigó el caso y le apartó de sus funciones, a la vez que emitía un comunicado. La queja de las jóvenes y el comunicado fueron el motivo de la querella por injurias y calumnias contra todos y todas.

También contra la directiva

Por parte de la JCF, los imputados eran toda la directiva (salvo Daniel Buj, puesto que la querellada era Estefanía de Julio). Ninguno, ni ellos ni las cortesanas, tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados, tal como pretendía el demandante ante la escasa consistencia de la querella: el juez ha ordenado el sobreseimiento porque «los hechos carecen de la suficiente relevancia penal ni tan siquiera para proceder a la práctica de más diligencias».

Por lo que respecta a la directiva y a Pere Fuset, la querella venía motivada por el comunicado que redactaron en el que relataban los hechos y anunciaban que se le apartaba de sus funciones. Y el juzgado sostiene lo que era obvio: que el comunicado nunca identifica «al delegado de sector, limitándose a contestar o aclarar las informaciones existentes sobre unos comentarios "groseros y de tinte machista, presuntamente vertidos», sin detallarlos, limitándose a infomar sobre las acutaciones que iba a llevar a cabo dicha JCF y reiterando su "actitud vigilante de tolerancia cero"». De las dos falleras reiteran que «se limitaron a transmitir sus quejas y molestias, no a denunciarlas», con lo que hay una «manifiesta irrelevancia penal».

El texto habla de «falta de claridad y concreción» del escrito de acusación «no se revelan como muy acordes con el principio acusatorio».

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