Para Manolo Martín Huguet, plantar la falla municipal será un reto especialmente emotivo, puesto que allí también lo hizo su padre, Manolo Martín López, durante cuatro años (1985-1988) con fallas verdaderamente emblemáticas. Será la segunda vez que una saga familiar planta en la plaza, puesto que anteriormente lo hicieron, por separado, Pedro y Alejandro Santaeulalia, después de haberlo hecho el patriarca, Miguel Santaeulalia.

Por la falla de la plaza de la ciudad han pasado prácticamente todos los grandes del taller. De hecho, Regino Mas tuvo una trayectoria amplia, que combinaba con sus triunfos en el Mercado Central. Se echa de menos, en todo caso, cuatro nombres. Dos de la «generación de oro»: Salvador Debón y Julián Puche. En los extremos están los otros dos: Juan Huertas plantó sólo una (la falla de agradecimiento a las regiones tras la Riada de 1957) y Vicente Luna, que con doce es quien más veces ha plantado. También se echa de manos, naturalmente, a Julio Monterrubio (tan sólo realizó alguna escena) o Paco López Albert. Tampoco está Paco Carsí, aunque es lo suficientemente joven como para intuir que, en algún momento, la hará.